Muniain sufre las amenazas de las barras bravas de San Lorenzo

Iker Muniain y San Lorenzo, en medio de una tormenta de malos resultados y presión de los aficionados

La adaptación de Iker Muniain al fútbol argentino está siendo mucho más complicada de lo que esperaba. El ex capitán del Athletic Club llegó a San Lorenzo con la ilusión de levantar al histórico club argentino, pero los malos resultados han generado frustración tanto en la afición como en el propio equipo. La situación se agravó este miércoles, cuando un grupo de alrededor de 60 ultras irrumpió en la sesión de entrenamiento, demandando una mejor actitud de la plantilla y lanzando amenazas si no consiguen ganar el próximo partido.

Crisis en San Lorenzo: malos resultados y dimisión del entrenador

San Lorenzo atraviesa un momento crítico. El equipo ocupa el puesto 24 de 28 en la Primera División de Argentina, con apenas 18 puntos en 17 jornadas. El empate reciente ante Godoy Cruz ha sido el detonante de una tensión creciente. El equipo llegó al minuto 94 con un penalti a su favor, con el marcador empatado 1-1, pero el encargado de lanzarlo, Francisco Fydriszewski, falló la oportunidad que pudo haber cambiado el rumbo del partido.

El penalti, que estaba destinado para Iker Muniain, acabó siendo el punto de quiebre de la situación. Tras el fracaso, el entrenador Leandro Romagnoli presentó su dimisión, lo que sumió aún más al club en una crisis. La frustración de los aficionados estalló cuando un centenar de barras bravas irrumpieron en el entrenamiento, generando un ambiente de tensión y desconcierto.

Amenazas y presión para el próximo partido

Los ultras exigieron mayor esfuerzo y actitud por parte de los jugadores y amenazaron con tomar represalias si el equipo no consigue ganar su próximo partido. La siguiente oportunidad para revertir la situación será el lunes, cuando San Lorenzo se enfrente a Barracas Central, el colista de la clasificación. Se espera un ambiente de gran tensión en un partido que será decisivo para calmar las aguas tanto dentro como fuera del campo.

San Lorenzo y Muniain se enfrentan ahora a la difícil tarea de superar esta crisis y recuperar la confianza de la afición en un momento decisivo de la temporada.