Un árbitro con antecedentes ‘caseros’ para el Manchester United–Athletic

La designación de Daniel Siebert genera inquietud en Bilbao

La UEFA ha confirmado que el alemán Daniel Siebert será el árbitro encargado de dirigir el partido de vuelta de semifinales de la Europa League entre el Manchester United y el Athletic Club, este jueves en Old Trafford. Una decisión que ha encendido las alarmas en Bilbao, sobre todo tras el arbitraje cuestionado de la ida en San Mamés, donde el noruego Espen Eskas fue despedido con una sonora pitada por parte de la afición local.

Lo que más inquieta no es solo la presión del escenario, sino el historial reciente del colegiado germano en competiciones europeas. Esta temporada, entre Champions y Europa League, Siebert ha dirigido ocho encuentros. ¿El dato? En todos, absolutamente todos, ganó el equipo local. Un pleno de victorias caseras que genera dudas más que razonables en un choque que ya parte con un 0-3 en contra para los rojiblancos.

Un historial preocupante para los visitantes

Además de su sesgo estadístico, Siebert ha dejado en inferioridad a tres equipos visitantes en sus cinco últimos encuentros europeos, mostrándoles la tarjeta roja: Brujas, Braga y Bodo/Glimt. En todos los casos, la expulsión acabó condicionando gravemente el devenir del partido. Aunque cada caso tuvo sus matices, el patrón se repite. ¿Casualidad o tendencia?

El árbitro alemán no ha dirigido nunca un partido al Athletic, pero sí al Manchester United, y en Old Trafford. Fue hace poco más de un año, en la ida de los octavos de final de la Europa League 2022-23, saldada con una contundente victoria por 4-1 del conjunto inglés sobre el Real Betis.

Clima enrarecido tras la ida

La actuación arbitral en la ida no dejó indiferente a nadie. El criterio dispar, las decisiones discutidas y la permisividad con el equipo inglés alimentaron la sensación de agravio. Ahora, con la elección de Siebert, esa percepción no hace más que crecer entre el entorno del Athletic, que entiende que tendrá que hacer el partido perfecto y más para soñar con la remontada.

El club bilbaíno no ha emitido ninguna queja formal, pero en el entorno athleticzale se palpa el malestar. Designaciones como esta, con antecedentes tan marcados, no ayudan a calmar los ánimos ni a garantizar una sensación de igualdad de condiciones en una semifinal europea de este calibre.