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Ocio & Cultura

La fascinante retrospectiva de Yayoi Kusama ilumina el Guggenheim Bilbao

Wilmer Ayala

2 de julio de 2023 | 10:00 am

Yayoi Kusama, una leyenda viva del arte contemporáneo

Yayoi Kusama, uno de los iconos culturales más destacados de nuestros tiempos, baña de color y creatividad el Museo Guggenheim de Bilbao. Esta exposición retrospectiva, la primera de su obra que se celebra en España, no es una simple revisión cronológica de su carrera. Se adentra en las inquietudes existenciales que han alimentado la exploración creativa de Kusama, reflejadas en seis secciones temáticas: Autorretrato, Infinito, Acumulación, Conectividad radical, Lo biocósmico, Muerte y La fuerza de la vida.

Cada sección alberga obras vinculadas a un tema específico, desde sus primeros bocetos de flores realizados en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, hasta sus últimas instalaciones inmersivas creadas con luces y espejos, pasando por su colorida obra avant-garde elaborada durante su estancia en Nueva York.

Una travesía más allá de los tentáculos y las calabazas

El recorrido por la exposición nos invita a seguir uno de los símbolos más representativos de la artista: los lunares. «El lunar tiene forma de sol, que es símbolo de la energía del mundo y de nuestra vida, y tiene también la forma de la luna, que es la quietud», expresó la artista. En su obra, los lunares se convierten en metáfora de la interconexión y la comunicación entre las personas.

Yayoi Kusama, una pionera desde la infancia

La obsesión de Kusama por los lunares tiene su origen en su infancia y juventud, cuando comenzó a experimentar alucinaciones en las que patrones y puntos se expandían por el espacio que la rodeaba. Nacida en Matsumoto en 1929, dentro de una familia de comerciantes de semillas, Kusama descubrió en el arte su refugio personal. Tras estudiar Nihonga (pintura tradicional japonesa) en Kioto, se trasladó a Nueva York siguiendo el consejo de su amiga, la artista Georgia O’Keeffe.

El Nueva York vanguardista y su regreso a Japón

Durante dos décadas, Kusama formó parte de la escena vanguardista de Nueva York, interactuando con artistas como Andy Warhol, Joseph Cornell o Donald Judd. Realizó diversas acciones y performances en pro de la liberación sexual y en contra de la discriminación racial o de género, la guerra de Vietnam y el expresionismo abstracto.

En 1972, decidió volver a Japón, donde tuvo que afrontar la incomprensión de su obra. Tras la muerte de su padre y de su amigo y pareja sentimental, Joseph Cornell, Kusama se sumió en una profunda depresión y decidió internarse voluntariamente en un hospital psiquiátrico, donde ha residido desde entonces.

Yayoi Kusama: arte para sanar

Determinada a transformar sus alucinaciones, su universo obsesivo y su enfermedad mental en arte, Kusama ha seguido creando desde este espacio seguro, utilizando el arte como forma de supervivencia. Ha influenciado a grandes diseñadores y firmas, como Louis Vuitton, convirtiéndose en un icono global y una figura admirada por los críticos.

Para concluir, en palabras de la propia Kusama, quien quiso participar en la inauguración de la muestra con un mensaje de paz: «En este mundo caótico, usaría todo el poder del arte para expresar totalmente el deseo de paz y la magnificencia de la humanidad. Corazones ardiendo con amor rojo fuego, eterno e inagotable. Oremos juntos por el amor”.

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