Agenda 21/2030 de la ONU y la supuesta instauración del ‘Nuevo Orden Mundial’

La Agenda 21 y la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han sido objeto de teorías conspirativas que afirman la instauración de un «Nuevo Orden Mundial» bajo la égida de dicha organización. Este artículo desmiente estas afirmaciones y arroja luz sobre la realidad de estos documentos y sus objetivos.

¿Qué son la Agenda 21 y la Agenda 2030?

La Agenda 21 fue uno de los temas tratados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992. Este documento aborda cuestiones relacionadas con la gestión de recursos naturales y el desarrollo social y económico a nivel global. No obstante, no se mencionan términos clave como «moneda única», «gobierno mundial» o «propiedad privada», desmintiendo las afirmaciones conspirativas.

Por otro lado, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es una resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU en 2015, centrada en alcanzar 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en un plazo de 15 años. Estos objetivos abordan temas como la erradicación de la pobreza, la igualdad de género, la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas y la protección del medio ambiente, entre otros. Tampoco se mencionan términos relacionados con un supuesto «Nuevo Orden Mundial».

Desmentido por expertos y representantes de la ONU

Daniela Gross, portavoz del Secretario General de la ONU, afirmó en un correo electrónico a USA TODAY que la afirmación de un «Nuevo Orden Mundial» es completamente falsa y que no se trata de un documento oficial de la ONU.

Por otro lado, Heidi Beirichm, co-fundadora del Global Project Against Hate and Extremism, sostiene que las afirmaciones de un «Nuevo Orden Mundial» son una invención del ámbito político de extrema derecha y carecen de fundamento.

Agenda 21 y Agenda 2030 no son legalmente vinculantes

Es importante destacar que tanto la Agenda 21 como la Agenda 2030 no son legalmente vinculantes. La implementación y éxito de estos documentos dependen de las políticas, planes y programas de desarrollo sostenible de cada país.

En conclusión, las afirmaciones sobre la instauración de un «Nuevo Orden Mundial» bajo la Agenda 21 y la Agenda 2030 de la ONU carecen de fundamento y han sido desmentidas por expertos y representantes de la propia organización. Estas agendas buscan abordar problemas reales y promover un desarrollo sostenible en todo el mundo, en lugar de imponer una dominación global como sugieren las teorías conspirativas.