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El cura pederasta Juan Mari Mendizabal nombrado de nuevo vicario

Mairenis Gómez

3 de septiembre de 2023 | 5:30 pm

El reciente nombramiento de Juan Mari Mendizábal como vicario de Beasain ha encendido el debate público y ha llevado a la localidad gipuzkoana a manifestarse. Su oscuro pasado, marcado por graves acusaciones de abusos a menores, y su destitución anterior por parte de la Iglesia, generan interrogantes y preocupaciones entre los ciudadanos.

Un pasado que no se olvida

Juan Mari Mendizábal no es un desconocido para los gipuzkoanos. Entre 1994 y 2005, el entonces religioso fue acusado de agredir sexualmente a tres menores. Estas graves acusaciones lo llevaron, en 2016, a ser destituido de su cargo como vicario general de Gipuzkoa, en una decisión tomada por la propia Iglesia.

Es precisamente este historial lo que ha causado alarma y descontento en Beasain. El nombramiento, lejos de ser una simple designación eclesiástica, ha abierto antiguas heridas y ha suscitado cuestionamientos sobre la responsabilidad y el criterio de la Iglesia.

Beasain se manifiesta

La respuesta de la comunidad no se ha hecho esperar. Ciudadanos, asociaciones y colectivos de Beasain han mostrado su rechazo a la decisión tomada. Las calles de la localidad gipuzkoana han sido testigo de manifestaciones y concentraciones donde se ha pedido la revocación del nombramiento y se ha exigido una explicación por parte de las autoridades eclesiásticas.

La gran pregunta: ¿Por qué no está en la cárcel?

Uno de los interrogantes más repetidos y que causa mayor indignación es: ¿Por qué Juan Mari Mendizábal no ha enfrentado consecuencias legales por sus actos? Esta pregunta refleja una preocupación ciudadana sobre cómo se gestionan y sancionan estos casos desde las instituciones.

El papel de la justicia y su capacidad para proteger a las víctimas y sancionar a los culpables es esencial en una sociedad democrática. La percepción de impunidad o de trato preferente hacia ciertos individuos o colectivos puede erosionar la confianza ciudadana en las instituciones.

La Iglesia y su responsabilidad

La Iglesia, como institución, tiene una responsabilidad moral y social ante sus fieles y la sociedad en general. Decisiones como el nombramiento de Mendizábal plantean cuestionamientos sobre su capacidad para auto regularse y proteger a sus fieles.

El hecho de que el propio organismo eclesiástico decidiera destituirlo en 2016 por sus acciones pasadas, pero ahora lo reintegre en una nueva parroquia, genera un profundo desconcierto.

Reflexión y camino a seguir

El caso de Juan Mari Mendizábal en Beasain no es solo una noticia local. Es un reflejo de debates más amplios sobre responsabilidad, justicia y confianza en las instituciones. La localidad gipuzkoana, con su firme respuesta, ha mostrado que la sociedad no está dispuesta a permanecer en silencio ante decisiones que considera injustas o inapropiadas.

Esperemos que este caso sirva para generar una reflexión profunda y un cambio real en cómo se abordan estos temas. La protección de las víctimas y la sanción de los culpables deben ser siempre una prioridad.

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