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El Príncipe Saudí Bin Salman detrás de la compra de Telefónica

Mairenis Gómez

7 de septiembre de 2023 | 8:00 am

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Mohamed Bin Salman, príncipe heredero y cabeza visible de Arabia Saudí, no es solo una figura de poder en Oriente Medio, sino que su influencia y ambición se extienden a escala global. Su visión y las decisiones estratégicas han trascendido las fronteras saudíes, mostrando a un líder dispuesto a transformar su nación.

Un Joven con Visión Global

Bin Salman no es el típico príncipe heredero. Desde su juventud, demostró tener un pensamiento progresista, centrado en reformas que buscaban modernizar Arabia Saudí, todo dentro del marco del Plan Visión 2030. Su ambición no se limita al bienestar de su país: busca posicionarse en la arena internacional, siendo reconocido como un líder mundial.

Diversificando la Economía

La dependencia del petróleo ha sido un lastre para Arabia Saudí. A pesar de los enormes ingresos, la volatilidad de los precios y las perspectivas a largo plazo presentan desafíos. Bin Salman reconoció esto y se embarcó en una misión para diversificar la economía. A través del fondo de inversión público, ha adquirido participaciones estratégicas en diversas empresas y sectores a nivel global. El objetivo no es otro que asegurar un futuro estable y próspero para su nación.

Avances Sociales

La modernización no solo se refiere a la economía. Bin Salman ha sido instrumental en promover cambios sociales, especialmente en relación con los derechos de las mujeres. Las reformas, aunque modestas desde una perspectiva occidental, han sido revolucionarias en el contexto saudí. Permitir a las mujeres conducir o asistir a eventos deportivos son indicativos de un deseo de avanzar hacia una sociedad más inclusiva.

Desafíos en la Escena Internacional

A pesar de sus esfuerzos por modernizar Arabia Saudí, Bin Salman ha enfrentado críticas y desafíos. Su intervención en la guerra en Yemen y las tensiones con Irán reflejan la complejidad del panorama regional. Además, el asesinato del periodista Jamal Khashoggi ha tenido repercusiones internacionales, afectando las relaciones con potencias como Estados Unidos.

Sin embargo, en una jugada maestra, ha buscado acercamientos estratégicos. El fin de la ruptura diplomática con Irán y la inclusión en los BRICS son ejemplos de cómo Arabia Saudí, bajo su liderazgo, busca tejer alianzas más allá de sus tradicionales socios.

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El camino que Bin Salman ha trazado para Arabia Saudí es claro: una nación moderna, próspera e influyente. No obstante, no está exento de desafíos, tanto internos como externos. Su habilidad para navegar estos desafíos determinará no solo el futuro de Arabia Saudí, sino su legado como líder.

En resumen, Mohamed Bin Salman es una figura que no puede ser ignorada en la política global. Su visión y ambición para Arabia Saudí tienen el potencial de redefinir el papel del país en el siglo XXI. Las próximas décadas serán testigos de los frutos de sus esfuerzos y de los desafíos que inevitablemente surgirán. La pregunta es: ¿logrará Bin Salman materializar su visión? Solo el tiempo lo dirá.

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