2 de mayo de 2024 | 1:19

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FACUA denuncia a Pablo Motos por promoción de tratamiento seudomilagroso anti-envejecimiento y estrés

Pablo Motos

Mairenis Gómez

5 de abril de 2024 | 7:45 am

La ética en la promoción de tratamientos de salud en redes sociales

Hablemos de un tema que, aunque no es nuevo, sigue causando revuelo cada vez que emerge en el panorama mediático. Recientemente, me encontré con un caso que ha captado la atención de muchos, incluida la mía, por las implicaciones éticas y legales que conlleva. Se trata de la denuncia de FACUA-Consumidores en Acción contra Pablo Motos y la doctora Anna Baeza por promocionar un tratamiento anti-envejecimiento y contra el estrés sin respaldo científico.

¿Promoción o engaño? la delgada línea cruzada por Pablo Motos

Pablo Motos, conocido por su trabajo en El Hormiguero, compartió en su Instagram, con millones de seguidores, su experiencia con una «máquina puntera en regeneración celular» en el SHA Wellness de Alicante. La doctora Baeza, por su parte, aseguraba beneficios como la neutralización de radicales libres y estimulación del nervio vago, prometiendo combatir el envejecimiento y el estrés. Pero, ¿dónde está la evidencia científica de tales afirmaciones?

Una cuestión de responsabilidad y transparencia

No es la primera vez que figuras públicas se ven envueltas en polémicas por promocionar productos o tratamientos de dudosa eficacia. Lo preocupante de este caso es la falta de claridad sobre si lo compartido por Motos se trata de una experiencia personal o de publicidad pagada. FACUA argumenta que esta ambigüedad podría constituir una infracción al Real Decreto sobre publicidad y promoción comercial de productos con pretendida finalidad sanitaria, algo que no solo afecta a la credibilidad de Motos sino que también plantea serios cuestionamientos sobre la ética detrás de la promoción de este tipo de tratamientos.

El papel de las autoridades y la importancia de la regulación

El escenario que se despliega ante nosotros no es meramente una cuestión de influencia mediática, sino que se adentra en el terreno de la legalidad y la ética profesional. La denuncia de FACUA no solo busca sancionar a los implicados, sino también evidenciar una problemática mucho más grande, la necesidad de un marco regulatorio claro y estricto que proteja a los consumidores de prácticas engañosas. El llamado a los ministerios de Sanidad y de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 para actuar es un recordatorio de que en un mundo cada vez más digitalizado, la vigilancia y la regulación deben adaptarse rápidamente.

 Pablo Motos
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Un llamado a la reflexión y la acción colectiva

Este caso abre un debate necesario sobre la responsabilidad de quienes tienen una voz influyente en la sociedad. ¿Hasta dónde pueden llegar al promocionar productos o servicios? ¿Es suficiente con decir que algo es una experiencia personal para eludir la responsabilidad de las recomendaciones hechas? Como consumidores, tenemos el derecho a recibir información clara, precisa y, sobre todo, honesta. Pero también tenemos la responsabilidad de cuestionar y buscar evidencia antes de dejarnos llevar por la influencia de figuras públicas.

Sin duda, el caso de Pablo Motos y FACUA es solo la punta del iceberg de una problemática mucho más profunda y compleja. Como sociedad, debemos exigir transparencia y ética en la promoción de cualquier producto, especialmente cuando se trata de nuestra salud. Las autoridades, por su parte, deben garantizar que se cumplan las normativas existentes y adaptarlas a los nuevos desafíos que presenta el constante avance tecnológico y mediático. Solo así podremos protegernos de ser víctimas de la desinformación y el engaño.

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