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Franquistas al poder

Wilmer Ayala

2 de septiembre de 2023 | 2:54 pm

Esmeralda Pastor, la nueva Directora General de justicia de Aragón, posando con una bandera franquista, compartiendo apología de Franco y llamando drogadicta a la reina Letizia

La controversia se cierne sobre Aragón. Esmeralda Pastor, recién nombrada Directora General de Justicia del Gobierno de Aragón, se encuentra en el ojo del huracán. Una imagen de su perfil de Facebook la muestra junto a la bandera franquista, un símbolo que para muchos representa una época oscura en la historia de España.

El comienzo de una polémica

Esmeralda Pastor, bajo el foco. La reciente designada para un alto cargo en el Gobierno de Aragón, se ha visto envuelta en una controversia que supera los límites de su cargo. Una imagen compartida en redes sociales la muestra posando junto a la bandera franquista. Tras la divulgación de la foto, esta fue recortada en un intento, quizás, de mitigar la polémica.

La reacción política

Podemos alza la voz. La formación política ha sido clara y contundente al respecto. Han mostrado su «estupor y extrema preocupación» al presenciar cómo la máxima autoridad en Justicia en Aragón exhibe en sus redes un símbolo que para muchos es representativo de un régimen de opresión.

Haciendo eco de las palabras de Andoni Corrales, el partido destaca que la acción de Azcón, líder del Gobierno, al sentarse a negociar con Pastor, una persona con claras muestras de simpatía hacia el franquismo, y luego otorgarle un cargo tan relevante, va más allá de cualquier protocolo o entendimiento político.

Un reflejo de la sociedad

Por otro lado, Mar Vaquero, portavoz del Gobierno, ha señalado que las designaciones son «un reflejo de la pluralidad de la sociedad aragonesa». Esta declaración, lejos de aplacar los ánimos, ha intensificado el debate sobre la idoneidad de Pastor para ocupar un cargo de tal relevancia.

Andoni Corrales, en contraposición, subraya que no hay lugar en las instituciones aragonesas para individuos que vayan en contra de los principios democráticos y de derechos humanos que rigen la sociedad actual. De este modo, insta al cese inmediato de Pastor.

Un Gobierno en silencio

A pesar de las crecientes demandas y la tensión evidente, el Gobierno de Aragón mantiene la cautela. Hasta el momento no ha emitido valoraciones ni declaraciones al respecto. Un silencio que, para muchos, se traduce en complicidad o al menos en falta de decisión ante una situación delicada.

En conclusión, la reciente designación de Esmeralda Pastor ha dejado claro que las acciones pasadas y presentes de un político no pasan desapercibidas para la ciudadanía. Las redes sociales, una vez más, juegan un papel crucial en la divulgación y opinión pública, siendo un termómetro de la percepción social sobre los actos y decisiones políticas.

El caso de Pastor es un claro ejemplo de cómo la política y la historia se entrelazan constantemente en el presente, recordándonos que los símbolos, y las acciones, tienen un peso y un significado que trascienden el tiempo. La sociedad aragonesa y española esperan con ansias las próximas acciones del Gobierno en este asunto tan delicado.

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