Josep Borrell acusa a Israel de haber creado Hamas

Josep Borrell eleva la tensión contra Israel: Acusa al país de obstaculizar la paz

El conflicto entre Israel y Palestina ha tomado un nuevo giro con las declaraciones del alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell. En una contundente intervención, Borrell ha acusado directamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de sabotear durante tres décadas la solución de dos Estados, ampliamente respaldada por la comunidad internacional. Esta afirmación, que incrementa significativamente la tensión diplomática, se une a la sorprendente acusación de Borrell sobre el papel de Israel en la creación de Hamás, como estrategia para debilitar a la Autoridad Nacional Palestina.

La propuesta de Borrell: Imponer la paz desde el exterior

Ante la negativa de Israel a considerar la creación de un Estado palestino, Borrell propone una solución audaz y polémica: imponer la solución de dos Estados desde el exterior. Esta postura, que busca traer la paz a una región históricamente conflictiva, subraya la necesidad de una intervención internacional decisiva. Borrell, en su discurso en la Universidad de Valladolid, enfatizó la urgencia de actuar para convertir la solución de dos Estados en una realidad tangible, criticando la inacción de la comunidad internacional frente a la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania.

La posición de Borrell, que contrasta con la actitud más cautelosa de algunos países miembros de la UE, refleja una visión firme y determinada frente a uno de los conflictos más arraigados y complejos del mundo actual. Con la reunión de los ministros de Exteriores de la UE en el horizonte, las declaraciones de Borrell podrían marcar un punto de inflexión en la política exterior europea respecto al conflicto israelí-palestino. Sin embargo, esta postura también corre el riesgo de generar mayores divisiones dentro de la propia Unión y de aumentar la tensión con Israel, un aliado clave en la región.

La solución de dos Estados, respaldada por Borrell, se enfrenta a un camino lleno de obstáculos, no solo por la oposición de Israel, sino también por las divisiones internas en la UE y la complejidad del escenario político en Oriente Medio. La propuesta de imponer la solución desde el exterior plantea un desafío diplomático de gran magnitud y conlleva el riesgo de profundizar las fisuras en una región ya marcada por décadas de conflicto y desconfianza. La reunión de los ministros de Exteriores de la UE será, por tanto, un momento clave para determinar el rumbo de la política europea en este ámbito y para medir la viabilidad de la audaz propuesta de Borrell.