23 de noviembre de 2024 | 3:24

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TeleMadrid ya solo lo ven los fachas

Mairenis Gómez

1 de mayo de 2024 | 6:04 pm

En abril, Telemadrid experimentó su nivel más bajo de audiencia desde 2018, agravado por una percepción creciente de politización

El reciente declive en las audiencias de Telemadrid ha puesto de manifiesto una creciente preocupación entre los espectadores y críticos acerca de la influencia política en los contenidos de la cadena. Abril marcó para la cadena pública madrileña el peor mes desde 2018, con una disminución notable que la situó en una cuota de pantalla del 4.2%, lo que representa una ligera caída desde marzo. Este descenso se contrasta con el desempeño medio de las cadenas agrupadas en la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA), que alcanzaron un 8% en el mismo mes.

Factores detrás de la disminución de audiencia

La gestión de la cadena, influenciada por cambios directivos y estrategias impuestas por la administración actual liderada por Isabel Díaz Ayuso, ha sido un punto de crítica constante. Acusaciones de «politización» y manipulación informativa han surgido con regularidad, coincidiendo con una gestión que ha sido marcada por la controversia y la polarización política. Específicamente, la influencia del gobierno de Ayuso ha sido señalada como una causa directa del deterioro en la calidad y objetividad de los programas ofrecidos por la cadena.

Telemadrid se ha ubicado persistentemente debajo del umbral del 5% de share en varias ocasiones durante el mes, con días en los cuales ni siquiera alcanzó el 4%. Este fenómeno no es un caso aislado sino una tendencia que ha generado preocupación sobre el futuro de la cadena y su capacidad para mantenerse como un medio público y neutral.

Reacciones y críticas a la actual gestión

Las críticas no se limitan a observadores externos; dentro de la propia cadena, ha habido un ambiente de incertidumbre y descontento. La intervención directa en la línea editorial y la asignación de cargos directivos por afinidades políticas han sido aspectos especialmente controversiales. Esta situación ha llevado a una percepción negativa por parte del público, que ve en Telemadrid un reflejo de los intereses partidistas más que un servicio informativo confiable y equilibrado.

Además, la cadena ha enfrentado escándalos relacionados con la difusión de información no verificada o directamente falsa, lo que ha dañado aún más su credibilidad. Un ejemplo de esto fue la necesidad de rectificar en vivo una noticia falsa relacionada con Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, lo que subraya los problemas de rigor periodístico que enfrenta la cadena.

La disminución de la audiencia en Telemadrid plantea interrogantes sobre su viabilidad a largo plazo como entidad de radiodifusión pública. En un entorno mediático cada vez más competitivo y con una audiencia que demanda transparencia y objetividad, Telemadrid se encuentra en una encrucijada crítica. Restaurar la confianza del público y retornar a una programación que refleje los valores de objetividad y pluralismo será esencial para su recuperación y sostenibilidad futura.

La necesidad de una revisión estructural y de política editorial es evidente, y requerirá de un esfuerzo conjunto entre profesionales de la comunicación, gestores culturales y la propia audiencia. El futuro de Telemadrid como servicio público esencial para los madrileños dependerá de la capacidad de sus dirigentes para implementar cambios significativos que devuelvan a la cadena a su misión original de servicio público imparcial y de calidad.

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