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Valencia prohíbe la entrada de megacruceros por impacto ambiental

Mairenis Gómez

27 de mayo de 2024 | 6:30 pm

Valencia decide prohibir la entrada de megacruceros a partir de 2026

Valencia ha tomado una decisión contundente respecto a los megacruceros. A partir de 2026, estos gigantes flotantes ya no podrán atracar en sus muelles. La alcaldesa María José Catalá ha anunciado esta medida, argumentando que las «ciudades flotantes» tienen un impacto negativo significativo. Los cruceros más reducidos y con un perfil diferente, que aportan riqueza a la ciudad, seguirán siendo bienvenidos.

En 2025, Valencia verá por última vez a los megacruceros en sus puertos. Esta decisión se ha tomado en colaboración con la Autoridad Portuaria, y se busca con ella combatir la masificación durante la temporada alta. Este año, se espera que 820,000 cruceristas desembarquen en Valencia, casi el doble de los que lo hicieron en 2019, el año anterior a la pandemia, cuando se registraron 436,000.

Catalá critica impacto de los megacruceros y anuncia medidas para viviendas turísticas

Catalá ha sido clara en su postura. Ha criticado abiertamente a los megacruceros, afirmando que “las ciudades flotantes son malas”. Sin embargo, ha dejado claro que los cruceros más pequeños y con un perfil que genere riqueza para la ciudad seguirán siendo bienvenidos. Esta diferenciación busca equilibrar los beneficios económicos del turismo con la sostenibilidad y la calidad de vida de los residentes.

En paralelo a esta medida, la alcaldesa ha adelantado la llegada de una moción que suspenderá la concesión de licencias a las viviendas turísticas por un año, con posibilidad de prórroga. Esta suspensión permitirá ganar tiempo hasta la aprobación de una nueva ordenanza municipal que regule mejor este tipo de alojamientos.

Impacto económico y social de las medidas anunciadas por Catalá

La prohibición de los megacruceros y la suspensión de licencias para viviendas turísticas son medidas que buscan proteger el bienestar de los habitantes de Valencia. La masificación turística ha sido un tema recurrente en los últimos años, y estas acciones pretenden mitigar sus efectos negativos.

Por un lado, los megacruceros, con su gran número de pasajeros, generan una presión considerable sobre la infraestructura urbana. Reduciendo su presencia, se espera una mejora en la experiencia tanto para los residentes como para los turistas. Los cruceros más pequeños permitirán un flujo más manejable y sostenible de visitantes.

Valencia prohíbe entrada de megacruceros por impacto ambiental en 2026

Suspensión de licencias turísticas para frenar la gentrificación y proteger a los residentes locales

Por otro lado, la suspensión de licencias para viviendas turísticas es una respuesta a las quejas de los vecinos sobre el incremento de pisos turísticos y su impacto en el mercado inmobiliario. Al detener temporalmente la concesión de nuevas licencias, se busca controlar mejor este fenómeno y evitar la gentrificación y el desplazamiento de los residentes locales.

Sin duda, estas medidas reflejan un enfoque equilibrado entre el desarrollo económico y la protección del entorno y la calidad de vida de los ciudadanos. Con un turismo más controlado y sostenible, Valencia se posiciona como una ciudad que prioriza el bienestar de sus habitantes sin renunciar a los beneficios del turismo.

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