24 de noviembre de 2024 | 3:20

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Voluntarios en Valencia se rebelan

Mairenis Gómez

2 de noviembre de 2024 | 1:38 pm

Los autobuses de voluntarios se convierten en centros móviles de redistribución de ayuda

La llegada de autobuses con voluntarios a Bonaire ha generado cierta confusión, lo que ha llevado a las autoridades a aclarar la operativa. Aunque inicialmente los autobuses desembarcan a los voluntarios en el centro comercial Bonaire, estos son posteriormente trasladados a los puntos más críticos, donde se necesita su apoyo para labores de limpieza y asistencia en los municipios afectados.

Paz, Lola y sus hijas, Lola y Sara, son amigas de colegio que decidieron colaborar tras ver la oportunidad de unirse a una ayuda más estructurada. Ambas conocen de cerca la situación en los municipios afectados y consideran que la coordinación es esencial para una ayuda efectiva. «Mi tío y mi primo viven en Catarroja y me decían que uno estaba sin agua y el otro con luz. Les pregunté ‘¿cómo puedo ayudar?’ y no sabían. Por eso es importante venir organizados», expresa Lola, quien recalca que, en situaciones anteriores, la desorganización era evidente. Paz y Sara coinciden en que la “zona cero” requiere una estrategia organizada para poder llegar de forma segura.

La experiencia de voluntarios sin coordinación previa

Por otro lado, Alba decidió acudir el día anterior junto a dos amigas, sin contar con una organización oficial. “Fuimos por nuestra cuenta, dejamos el coche en La Fe y llegamos a Alfafar a pie. Todo estaba destrozado, coches volcados, un caos que nunca habíamos visto antes”, relata. Durante su recorrido, se encontraron con Susana Camarero, vicepresidenta del Consell, quien intentaba ingresar al museo, lo que suscitó comentarios en el grupo al verla en medio de la devastación. “¿Son VIPs o algo así?”, se preguntaron en medio de la extrañeza de ver autoridades en el lugar sin claridad sobre su función en ese momento.

Mientras tanto, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Anna y Esther, amigas de Alcàsser y Venta del Moro, esperaban para acceder al Museo de las Ciencias y unirse a los operativos de ayuda. “Es el momento de ayudar, nos necesitan”, señala Esther, quien explica que aunque sus localidades no han sido afectadas, están rodeadas de áreas devastadas por las inundaciones. Ambas se sienten comprometidas a apoyar a sus vecinos en estos momentos críticos.

Confusión y tensión en los autobuses de voluntarios hacia los municipios

Una vez dentro del autobús hacia Bonaire, varios voluntarios se preguntan sobre el destino final de sus esfuerzos. Amparo, voluntaria con experiencia, aclara que no se trata de limpiar tiendas comerciales, sino de llegar a los pueblos más necesitados. «Vamos al Centro Comercial Bonaire y allí nos organizaremos para apoyar en los lugares afectados», explica. Sin embargo, algunos voluntarios, al escuchar rumores de que podrían dedicarse a limpiar espacios comerciales como tiendas, manifestaron su descontento, generando tensión en el autobús. “No queremos ir a limpiar el Zara”, exclama uno de ellos, en alusión a que dichas tareas podrían ser cubiertas por las propias empresas.

Carla y Alejandro, también en el autobús, coinciden en que la ayuda debe centrarse en la zona cero y no en áreas comerciales que no se consideran prioritarias en este contexto. “Nos llega que aún falta comida y agua en zonas realmente afectadas. ¿Por qué nos alertaron tan tarde, cuando ya había víctimas?”, reflexiona Alejandro, criticando la gestión de las alertas.

Al llegar a Bonaire, Amparo realiza una llamada y confirma que el centro comercial es solo un punto de distribución. Una vez allí, Protección Civil determinará los destinos específicos para cada grupo de voluntarios. Al explicar que no van a limpiar el centro comercial sino los pueblos, el ambiente en el autobús se relaja y los voluntarios aplauden, mostrando su disposición a colaborar en las áreas más afectadas.

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