El Funicular de Artxanda se viste con el mallot de la montaña del Tour de Francia

En la cosmopolita Bilbao, el funicular de Artxanda asciende su imponente colina adoptando una vestimenta inusual, luciendo con orgullo los colores que representan la fortaleza y resistencia en el icónico Tour de Francia. El blanco puro tachonado de lunares rojos deja una impresión duradera, narrando la ardua competencia de los ciclistas por la supremacía en la montaña.

Un Guiño Colorido a la Tradición Ciclista

La transición de colores del funicular no es un mero capricho visual, sino un guiño a los luchadores incansables de la carretera. El maillot de lunares rojos sobre blanco es la icónica vestimenta del líder de la montaña en el Tour de Francia, introducida en 1975.

Esta vestimenta particular, inspirada por los colores del patrocinador original, Chocolates Poulain, ha evolucionado hasta convertirse en un emblema de resistencia y determinación, recompensando a aquel que desafía la gravedad y triunfa en las altitudes del Tour de Francia.

El Funicular de Artxanda: Más que un Simple Transporte

El funicular de Artxanda es más que un vehículo que facilita el trayecto entre el corazón de Bilbao y la cima de la montaña de Artxanda. Es una reliquia viva de la historia de Bilbao, presenciando sus cambios sociales, culturales y urbanos desde su inauguración en 1915.

Al adoptar los colores del Tour de Francia, el funicular no solo se convierte en una extensión física de la carrera en la ciudad, sino que también refuerza su papel como la arteria que une a los bilbaínos con su amada montaña.

Una Afirmación de la Pasión Ciclista de Bilbao

Bilbao tiene un fuerte lazo con el ciclismo y alberga una gran cantidad de eventos ciclistas, incluyendo varias etapas del Tour de Francia. Al revestirse con los colores del maillot de montaña, el funicular de Artxanda se convierte en un monumento móvil que rinde homenaje a la afición ciclista de Bilbao y celebra su vínculo con la prestigiosa carrera.

Un Tributo Móvil a la Unión entre Deporte y Comunidad

El nuevo diseño del funicular de Artxanda no es solo un cambio estético, sino un símbolo de la pasión que une a Bilbao con el ciclismo. Es una declaración visual del amor de la ciudad por el deporte y un reconocimiento a su conexión con el Tour de Francia, un evento que trae a Bilbao tanto orgullo como emoción.