Ertzainas en lucha: Amenazan con bloquear el Tour de Francia por demandas laborales

Movilización inédita de más de 2.000 ertzainas exigiendo un nuevo convenio laboral

Un movimiento al margen de sindicatos

Aprovechando el despliegue necesario para garantizar la seguridad del Tour de Francia, más de 2.000 ertzainas comenzaron a movilizarse hace semanas en redes sociales y chats, al margen de los sindicatos, para demandar un nuevo convenio laboral. Advierten que podrían bloquear todo el despliegue en torno a la vuelta ciclista si no se atienden sus demandas laborales. Bajo el lema «Sin convenio no hay Tour», los policías vascos se sienten «desencantados» con la labor de sus propios sindicatos.

Manifestación en Bilbao el 8 de mayo

Los ertzainas en lucha convocaron una manifestación el 8 de mayo a las 17:00 en Bilbao, partiendo desde la explanada del San Mamés. Exigen un convenio donde se les consulte antes de cualquier decisión, algo que, según ellos, «no está ocurriendo». Esta movilización inédita ha llevado a algunos miembros a solicitar darse de baja de las centrales sindicales, mientras que otros apuestan por exigir unidad de acción para tener más fuerza en la negociación.

Reivindicaciones laborales

Entre las demandas de los ertzainas en lucha se encuentran el aumento salarial, mejores condiciones y el cobro del plus de nocturnidad. En un comunicado oficial, el movimiento advierte a los sindicatos de la policía autonómica vasca que no admitirán ni tolerarán ninguna negociación ni acuerdo con el Departamento de Seguridad antes de presentar y aprobar las líneas rojas que consideran necesarias.

Posible boicot al Tour de Francia

Una de las ideas planteadas por los ertzainas en lucha es realizar bajas masivas durante el Tour de Francia como forma de protesta. El Departamento vasco de Seguridad se ha comprometido a desplegar un operativo que incluye casi mil agentes, sesenta motos y tres helicópteros para cubrir el inicio de La Grand Départ en Bilbao y las tres etapas en línea a lo largo de unos 500 kilómetros de carretera por la geografía vasca. Este despliegue sin precedentes podría convertirse en una importante arma de presión contra el Gobierno vasco, que no aceptaría la colaboración de la Guardia Civil en la movilización.