21 de noviembre de 2024 | 6:09

Bilbao

Ingresada de Cruces porque en Burgos se moría

Mairenis Gómez

29 de agosto de 2024 | 2:30 pm

El calvario de Laura comenzó con lo que parecía ser una simple reacción alérgica en Burgos, pero se transformó en una odisea médica que puso en peligro su vida

Todo comenzó cuando Laura acudió a urgencias en Burgos por unas ampollas que le aparecieron en las manos y la zona genital. El diagnóstico inicial fue una reacción alérgica y se le recetó una crema para aliviar los síntomas. Sin embargo, lejos de mejorar, las ampollas se extendieron por su cuerpo al día siguiente, lo que la llevó a buscar una segunda opinión.

Diagnósticos equivocados y tratamientos ineficaces

Laura acudió al Divino Valles, donde fue diagnosticada con sarna sin que se le realizara ninguna prueba. Le recetaron otra crema, pero su estado continuó deteriorándose. Al día siguiente, la lengua y la garganta de Laura se hincharon, impidiéndole tragar y comer. Desesperada, consultó a su médica de atención primaria, quien dudó del diagnóstico de sarna, pero en urgencias del HUBU se negaron a hacerle más pruebas.

Una lucha constante por recibir la atención adecuada

En sucesivas visitas al HUBU, Laura fue tratada con indiferencia. Pasaba horas en la sala de espera, mientras las ampollas seguían extendiéndose por su cuerpo, incluso llegando a la lengua y los oídos. Imploró por una analítica que finalmente le hicieron «como un favor», pero los médicos insistieron en que todo estaba bien, a pesar de las evidentes señales de que algo andaba terriblemente mal.

Un diagnóstico correcto y un tratamiento salvador en Bilbao

Finalmente, el viernes, Laura se trasladó a Bilbao, donde fue ingresada de urgencia en el hospital de Cruces. Allí, en una hora, le realizaron todas las pruebas necesarias. Los médicos descubrieron que tenía ampollas en la garganta y oídos, lo que explicaba por qué no podía comer ni tragar. Después de una semana de hospitalización, los especialistas descartaron la sarna y diagnosticaron una dermatitis pustulosa. Laura comenzó a mejorar con el tratamiento adecuado.

Lo que parecía ser una simple reacción alérgica fue solo el inicio de un largo y doloroso proceso que la llevaría a la desesperación

Regreso a Burgos: alivio, frustración y una reclamación sin respuesta

Sin duda, Laura regresó a Burgos con una mezcla de alivio y frustración. Presentó una reclamación en el HUBU, pero aún no ha recibido respuesta. Su experiencia pone de manifiesto la falta de atención adecuada que podría haber tenido consecuencias fatales. La pregunta sigue en el aire, ¿cuántas personas más deberán sufrir como Laura antes de que se tomen medidas?

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