La historia de San Mamés a través de las fotografías

El estadio de ‘San Mamés’ ha sido una infraestructura que a lo largo de sus 103 años de edad -se fundó en el 1913- ha sufrido numerosos cambios estructurales en sus cimientos. Aquí, realizaremos un «viaje» de la historia de ‘La Catedral’ con la expresión más certera y concisa: la fotografía.

Esta primera imagen data en la inauguración del estadio San Mamés en el año 1913. Tomaba este nombre del vecino asilo de San Mamés, al que pertenecían los terrenos sobre los que posteriormente se levantó el estadio. La ubicación era casi perfecta, cerca del ensanche que llegaba hasta la calle Sabino Arana, y cerca de los barrios como por ejemplo Basurto, Deusto, Zorrotza o Zorrotzaurre.

La siguiente imagen es del año 1929, en el partido que disputó el Athletic Club contra el Real Madrid por aquel entonces. La asistencia de público, como se puede ver en la imagen, empezaba a aumentar según corrían los años. Había una pequeña grada en la zona este del antiguo ‘San Mamés’.

De decidió construir la tribuna principal para aumentar la capacidad de público en San Mamés. En febrero del año 1952, los arquitectos Carlos de Miguel, José Antonio Domínguez y Ricardo Magdalena y por el ingeniero de caminos Carlos Fernández Casado. El arco se convirtió, posteriormente, en un símbolo de la ciudad de Bilbao.

Por otra parte, se añadieron las gradas de norte y sur, haciendo que el estadio fuese más acogedor que en las últimas décadas. En las imágenes de arriba -de los años 1959 y 1962 respectivamente- se puede visualizar la evolución arquitectónica que tuvo San Mamés.

En los años 90′ La Catedral obtuvo su imagen final, la que duraría hasta su final en el año 2013. El arco se mantuvo y las otras gradas dieron la posibilidad a 43.000 aficionados presenciar a la vez los partidos del Athletic Club. Los años de gloria pasaron y con el proyecto nuevo, se apostó por un estadio con mucha más capacidad -hasta los 53.000 espectadores- realizando un proyecto moderno y digno de las necesidades de este siglo XXI.