Ondarroa cancela subasta de pescado por falta de cajas de almacenamiento

Una medida drástica en respuesta a la falta de infraestructura

Hoy en Ondarroa, un evento inusual ha perturbado la cotidianidad de sus habitantes y operadores económicos, la abrupta cancelación de la subasta de pescado, esencial para la economía local. La falta de cajas para almacenar el pescado ha precipitado esta decisión drástica. Estas cajas, que normalmente son reutilizadas entre barcos y compradores, se han visto atrapadas en un ciclo ineficiente de retorno. Los compradores, ante la captura de anchoa de menor tamaño, han optado por enviarlas a congelar en el extranjero, demorando su devolución, lo que ha resultado en un déficit que afecta directamente la operativa del puerto.

Impacto inmediato: los pesqueros buscan alternativas

La ausencia de cajas ha desencadenado una crisis logística que afecta aproximadamente a 50 a 70 barcos que, de manera regular, descargan anchoa en Ondarroa. Ante la imposibilidad de almacenar y subastar el pescado, estos barcos se han visto obligados a buscar otros puertos para vender sus capturas.

Incluso, declaraciones de Eusebio Aranzamendi, presidente de la Cofradía de Ondarroa, a Radio Bilbao, la falta de soluciones a corto plazo ha llevado a la suspensión de las actividades comerciales previstas para este día. Este cambio no solo plantea desafíos logísticos, sino que también impacta negativamente en la economía local, donde muchos dependen del flujo constante de productos y dinero generado por la subasta de pescado.

Una solución costosa y sus repercusiones económicas

Ante la escasez, la Cofradía ha tenido que realizar una inversión considerable, la adquisición de 20.000 cajas nuevas por un total de 60.000 euros, a un coste de tres euros cada una. Estas cajas, que llegarán desde Galicia, son una solución temporal que subraya la necesidad de un plan más robusto para manejar las operaciones logísticas del puerto. La inversión no solo es un golpe financiero para la Cofradía, sino que también pone en evidencia la fragilidad de un sistema que depende de la reutilización de recursos sin contingencias adecuadas.

Fortalecimiento y adaptación: la respuesta de Ondarroa ante la crisis logística

Por su parte, la comunidad pesquera de Ondarroa, aunque resiliente, se enfrenta a un dilema que requiere cooperación y soluciones innovadoras. Es imperativo establecer un sistema más eficiente para el manejo y retorno de las cajas. Además, se contempla la posibilidad de incrementar la colaboración con otros puertos para asegurar un flujo constante y estable de estos recursos esenciales. La situación ha servido de catalizador para revisar y mejorar las prácticas existentes, con el objetivo de fortalecer la infraestructura y evitar futuras disrupciones en un sector vital para la región.

Sin duda, la crisis de las cajas en Ondarroa no es solo un problema logístico; es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchos puertos pequeños que dependen de la pesca. La adaptabilidad y la previsión serán claves para navegar por las incertidumbres del mercado y asegurar la sostenibilidad económica. Mientras tanto, la comunidad espera que las medidas adoptadas sean suficientes para superar este obstáculo y que el puerto pueda continuar siendo un pilar económico para la región. La resilencia de Ondarroa, una vez más, es puesta a prueba.