Unidad canina de policía de Bilbao descubre un hombre con estupefacientes en su mochila

En las calles de Bilbao, un suceso reciente ha resaltado la eficiencia y el valor de la unidad canina de la Policía Municipal. Este miércoles, un hecho no tan inusual en la vida urbana se convirtió en un ejemplo claro de la sinergia entre el entrenamiento policial y la habilidad canina. Kerry, un perro miembro de la unidad, jugó un papel crucial en la detección de una mochila cargada con más de una decena de sustancias estupefacientes.

La eficacia canina al servicio de la seguridad ciudadana

Eran alrededor de las 19:15 en la calle Juan de Garay cuando Kerry, acompañando a los agentes de la Inspección de Refuerzo Táctico, detectó algo sospechoso. Un hombre sentado en un portal llamó la atención de este agente canino, que se acercó y comenzó a oler su mochila. La reacción de Kerry no fue casual: entrenado específicamente para la detección de sustancias estupefacientes, marcó la mochila con una insistencia que no dejaba lugar a dudas.

Este comportamiento llevó a los agentes a interrogar al hombre, quien sacó una pequeña bolsa de marihuana pero intentó, sin éxito, desviar la atención del perro. Kerry, con su persistencia, indicó claramente que había más que descubrir en esa mochila.

Un hallazgo significativo gracias a un agente de cuatro patas

El registro de la mochila reveló una caja de plástico conteniendo 18 envases de diferentes estupefacientes, una báscula de precisión, bolsas termoselladas, un cuchillo y una suma de dinero en efectivo. Este hallazgo no solo demuestra la efectividad del entrenamiento de Kerry y su equipo, sino también la importancia de estos agentes caninos en la lucha contra el tráfico de drogas.

El hombre, de 23 años, fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública. Su detención pone de manifiesto el trabajo continuo y a menudo invisible de la Policía Municipal y su unidad canina en la protección de la ciudadanía, gracias a su labor, las calles de Bilbao son un poco más seguras.

Este incidente en la calle Juan de Garay es un claro recordatorio de que, en la lucha contra el tráfico de drogas, los héroes pueden tener cuatro patas. Kerry, con su olfato y entrenamiento, ha demostrado ser un aliado invaluable en esta batalla, contribuyendo significativamente a la seguridad de Bilbao.