9 de mayo de 2024 | 1:39

Bizkaia

150 llamadas a la atención del Ingreso Mínimo Vital para contactar con un agente

Miguel Castillo

18 de mayo de 2023 | 2:00 pm

El Ingreso Mínimo Vital (IMV), una medida de ayuda social introducida para aliviar la situación de las familias más vulnerables, se ha convertido en una fuente de frustración para muchos. Los solicitantes han denunciado retrasos inaceptables en la atención telefónica, con algunos informando que han tenido que llamar más de 150 veces antes de conseguir hablar con un agente según investigación de Civio.

La agonía de la espera

Las quejas se centran en la dificultad de poder establecer contacto con la Seguridad Social. Un ciudadano informó que tuvo que intentar 150 llamadas en 18 días, realizando intentos cada media hora, hasta que finalmente logró comunicarse con un ser humano. Situaciones como estas ponen de manifiesto la necesidad de una reforma efectiva y rápida en la atención al ciudadano en los servicios públicos.

Promesas del Ministerio

Ante este panorama, el Ministerio ha prometido mejorar la situación. Para paliar este problema, ha asegurado que se incorporarán a 195 personas extra para la atención telefónica de la Seguridad Social en las próximas semanas. Sin embargo, los solicitantes del IMV necesitan una solución ya, no en semanas. Los retrasos actuales son inadmisibles para una ayuda destinada a las personas más vulnerables.

La necesidad de soluciones efectivas

Aunque la incorporación de más personal es un paso en la correcta dirección, es evidente que se requieren soluciones más amplias y efectivas. Esto puede incluir la mejora de los sistemas de telecomunicaciones, la implementación de un sistema de devolución de llamada, o la ampliación de la posibilidad de realizar trámites en línea, lo que podría reducir la presión sobre la atención telefónica.

Además, el IMV necesita un sistema de evaluación y seguimiento más efectivo, que permita identificar y resolver rápidamente los problemas que puedan surgir. De este modo, se podrían prevenir situaciones como la actual, en la que los solicitantes se ven forzados a realizar cientos de llamadas simplemente para poder recibir la ayuda que necesitan.

Hacia un sistema más humano

El caso del IMV pone de manifiesto la necesidad de un sistema de asistencia social más humano y efectivo. La ayuda social no debería ser un desafío insuperable para aquellos que la necesitan, sino un recurso accesible y fácil de utilizar. Por tanto, es esencial que se tomen medidas para mejorar la atención al ciudadano en los servicios públicos, y garantizar que todas las personas puedan recibir la ayuda que necesitan de manera oportuna y efectiva.

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