La Ertzaintza en llamas: Antidisturbios enfrentan a «ertzainas en lucha»

Declaraciones resonantes, protestas altisonantes y el ruido del descontento resonando en las calles de Vitoria. Es una escena que se ha vuelto familiar para los ciudadanos vascos en las últimas semanas, mientras los agentes de la Ertzaintza aumentan la presión sobre el Gobierno Vasco en una serie de manifestaciones cada vez más audaces. Los antidisturbios los han controlado desde la distancia.

Las protestas en las puertas del Parlamento Vasco

El movimiento “asindical” de agentes de la Ertzaintza ha reunió a centenares de personas frente al Parlamento Vasco, interrumpiendo durante horas el tránsito de tranvías y autobuses en la zona. Esta acción de protesta ha generado gran controversia, con críticas al movimiento por la interrupción del transporte público, una acusación que los agentes rechazan vehementemente.

Los portavoces anónimos de la protesta han insistido en que no fueron ellos quienes cortaron el transporte público, sino que fue una decisión tomada por la Administración competente, tal como se hace en cualquier manifestación. Asimismo, critican la cobertura de los medios de comunicación sobre sus actividades, a la que consideran sesgada.

El enfrentamiento con los sindicatos

El movimiento ha atacado a los sindicatos legales, a los que han denominado despectivamente “chiringuicatos”. Aseguran que no permitirán que estos sindicatos firmen ningún acuerdo sin el consentimiento del colectivo. Sin embargo, en público, los portavoces anónimos afirman que respetan el marco legal de negociaciones.

A pesar de las críticas, los líderes de la mayoría sindical, incluido el secretario general de Erne, Sergio Gómez de Segura, han participado en la manifestación, aunque en un segundo plano discreto.

La lucha por un nuevo convenio

El movimiento “asindical” insiste en que cualquier acuerdo sobre el convenio -que no se ha actualizado en doce años- se someta a referéndum entre el conjunto de la plantilla. Es una demanda clara y directa, que va más allá de las rencillas laborales y se dirige al corazón de lo que consideran un derecho fundamental de los trabajadores.

Además, el movimiento ha denunciado problemas organizativos, como la falta de chalecos antibalas y el estado de las furgonetas de la Brigada Móvil.

El futuro de las protestas

Las manifestaciones se han desarrollado sin incidentes y sin intervención policial, pero la pregunta es ¿hasta cuándo? La directora de la Ertzaintza, Victoria Landa, intentó acotar la movilización, pero los servicios jurídicos de Euspel lograron anular esa instrucción en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

Con nuevas movilizaciones previstas para las próximas semanas, la Ertzaintza parece decidida a mantener la presión sobre el Gobierno Vasco. El resultado de este enfrentamiento podría tener implicaciones profundas para el futuro del cuerpo de policía vasco y, posiblemente, para toda la estructura laboral.