Lanbide implementa nueva unidad de inspección de la RGI

El Servicio Vasco de Empleo, Lanbide, está tomando medidas decisivas para reforzar la integridad y el correcto funcionamiento de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Desde el 1 de enero, Lanbide ha puesto en marcha una nueva unidad de supervisión, encargada de garantizar que las prestaciones de la RGI se cumplan adecuadamente. Esta iniciativa, que incorpora a 14 inspectores adicionales, amplía significativamente el equipo de control, anteriormente compuesto por 5 miembros. El objetivo de esta unidad es identificar y gestionar posibles riesgos y asegurar la correcta asignación de los recursos públicos.

La creación de esta unidad responde a la ley del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos y para la Inclusión, aprobada por el Parlamento Vasco el año pasado. Esta ley otorga funciones adicionales a Lanbide, como verificar el cumplimiento de las obligaciones por parte de los beneficiarios de la RGI y aplicar sanciones en caso de irregularidades.

Un enfoque colaborativo y riguroso en la gestión de la RGI

La nueva unidad de supervisión de Lanbide no solo se centra en la revisión interna, sino que también promueve la colaboración con diversas administraciones públicas, esta colaboración ha llevado a un aumento en el intercambio de datos y a la realización de revisiones automáticas de expedientes, lo que ha mejorado sustancialmente el control de la RGI. Además, se ha reforzado la cooperación con la Ertzaintza, la Fiscalía y otras fuerzas de seguridad, enfocándose en temas de documentación, extranjería y empadronamientos.

La directora de Prestaciones e Inclusión del Gobierno Vasco, Sara Buesa, ha destacado la importancia de esta unidad para cumplir con los objetivos de la ley. Se busca garantizar la máxima cobertura a quienes realmente lo necesitan y tienen derecho, manteniendo al mismo tiempo el máximo rigor en el uso de los fondos públicos.

Impacto y expectativas futuras de la nueva unidad de supervisión

El plan anual de actuación de Lanbide contempla diversas medidas para mejorar el control y la verificación de la documentación. Se incluyen verificaciones presenciales y un control bienal de todos los expedientes. Además, se promueve la colaboración ciudadana para canalizar informaciones sobre posibles situaciones contrarias a la ley.

Esta iniciativa representa un paso adelante en la lucha contra la economía sumergida y el uso indebido de las prestaciones. Con la implementación de esta unidad para RGI, Lanbide demuestra su compromiso con una gestión transparente y eficaz, beneficiando a toda la comunidad vasca.

En resumen, la nueva unidad de supervisión de Lanbide es un claro ejemplo de cómo la colaboración y la rigurosidad pueden mejorar la gestión de las prestaciones sociales, este esfuerzo por garantizar un uso justo y adecuado de los recursos públicos no solo fortalece la integridad del sistema de la RGI, sino que también refuerza la confianza en las instituciones públicas.