Ministro Torres y Lehendakari Urkullu asisten al acto de memoria del bombardeo en Gernika

Gernika celebra el 87 aniversario del bombardeo

Gernika se viste de memoria y respeto este viernes al celebrar el 87 aniversario de uno de los episodios más trágicos de su historia: el bombardeo que devastó la localidad en 1937. Este evento, que dejó una huella indeleble en la memoria colectiva de la comunidad, se recuerda con una serie de actos que buscan no solo honrar a las víctimas sino también promover la paz y la reconciliación en la actualidad.

El acto central del día comenzará con un sentido homenaje a George Steer, el corresponsal británico cuyas crónicas sobre el ataque, perpetrado por la aviación franquista con el apoyo de la Legión Cóndor alemana, llevaron la devastación de Gernika a los ojos del mundo. Este homenaje no solo reconoce la labor periodística de Steer, sino que también subraya la importancia de la libertad de prensa y el papel crucial que juegan los medios en la documentación de los conflictos y sus consecuencias humanas.

La visita del ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y del lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, a estos actos refuerza el compromiso del gobierno y las instituciones locales con la memoria histórica y la educación para la paz. Su presencia subraya la importancia de la política de memoria democrática en España y la necesidad de seguir trabajando en la recuperación y el reconocimiento de todas las víctimas de conflictos y represión.

Los XVII premios Gernika por la paz

Durante la jornada, también tendrán lugar la entrega de los XVII Premios Gernika por la Paz. Estos premios son un reconocimiento a la labor de individuos y organizaciones que trabajan incansablemente por la paz, la reconciliación entre pueblos y la defensa de los derechos humanos. Este año, los galardonados son la agrupación libanesa Combatientes por la Paz, formada por excombatientes israelíes y palestinos, y el grupo Los Justos del Mediterráneo, una plataforma que lleva a cabo rescates de migrantes en el mar. Ambos grupos representan ejemplos vivos de cómo el diálogo y la acción directa pueden transformar conflictos en oportunidades para la paz y la justicia social.

Tras el acto de entrega de premios, el recuerdo se trasladará al cementerio de la ciudad, donde se realizará una ofrenda floral ante la tumba de las víctimas del bombardeo. Este momento de recogimiento es especialmente significativo, ya que se realiza bajo el sonido de sirenas que rememoran aquellas que anunciaron la llegada de los aviones en 1937. Es un recordatorio potente de las sombras del pasado y de la importancia de trabajar por un futuro donde tales tragedias no se repitan.

Los actos de conmemoración en Gernika no solo son una oportunidad para recordar a quienes perdieron la vida en un trágico día de abril, sino también para reflexionar sobre cómo podemos, como sociedad, fomentar una cultura de paz y respeto mutuo. Es en estos actos de memoria donde verdaderamente entendemos la relevancia de la historia, no solo para recordar el dolor sino para aprender de él y buscar un camino hacia la reconciliación y la paz duradera.

El compromiso de la comunidad de Gernika con la memoria y la paz es un testimonio de su resiliencia y su deseo de mirar hacia el futuro sin olvidar las lecciones del pasado. A través de la educación y el recuerdo, Gernika sigue siendo un símbolo de la lucha contra el olvido y la indiferencia, un lugar donde la memoria colectiva se convierte en un faro de esperanza y reconciliación.