8 de septiembre de 2024 | 1:39

Bizkaia

Nueva normativa vasca de residencias: ¿Descendiendo la escalera de la calidad?

Personal de una residencia en Bizkaia atendiendo con cuidado a un adulto mayor.

Laura Rangel Ybarra

22 de junio de 2023 | 7:30 am

Controversia en el nuevo decreto de las residencias de Bizkaia

En la perpetua lucha por la excelencia en el cuidado de nuestros mayores, la sombra de la desilusión se cierne sobre el País Vasco. Hoy, nos enfocamos en la travesía de un nuevo decreto que, según algunos, está perdiendo pisada en lo que a estándares de calidad se refiere. Nerea Kortajarena, coordinadora del grupo parlamentario de EH Bildu, ha salido a enarbolar la bandera de la preocupación.

¿Desenfocados o simplemente conformistas?

El decreto en cuestión busca regular las condiciones y requisitos en las residencias de la tercera edad en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. El pulso tiembla: se afirma que la normativa va por debajo de los estándares mínimos establecidos por el Estado en 2022. Un lamento melódico: «una pésima adaptación del acuerdo de hace un año en Madrid,» dice Kortajarena.

Reflejo en un espejo roto

Pongámonos analíticos, sin echar a perder la perspicacia. El nuevo decreto parece bailar al mismo ritmo que el anterior de 2019. ¿Cuál es el meollo? Requisitos y estándares que se quedan cortos, como un sastre con mal pulso. Las residencias vascas, si seguimos este compás, tendrán un nivel de atención de menor calidad que las del resto del Estado. La señora Kortajarena arroja una pregunta al aire, ¿es esta la transición hacia un nuevo modelo de cuidados?

La danza de las plazas y módulos

Entre los matices y tonos de este decreto, resalta un número: 150. Esa es la cantidad máxima de plazas que tendrán las nuevas residencias. Acompañado de este límite, los centros estarán divididos en módulos con un máximo de 25 plazas por módulo. Aquí es donde el zapato aprieta. Los límites establecidos por el Acuerdo de Madrid contemplan residencias de no más de 120 plazas y módulos de no más de 15 plazas.

El tiempo, un bien preciado

Hablemos de ratios, esas cifras que definen el tiempo de atención directa personalizada. El decreto vuela bajo, bajo los mínimos establecidos por el Consejo Territorial de Servicios Sociales. Aquí la alarma suena con fuerza, pues en tiempos de pandemia, las residencias con peores ratios enfrentaron una mayor tasa de mortalidad.

Un reloj descompensado

Hay un sabor amargo en las palabras de Kortajarena al mencionar que el nuevo decreto no refuerza la atención socio-sanitaria. Nos encontramos con una teleasistencia y auxiliares asumiendo roles del personal de Enfermería. Se espera más, se demanda calidad para aquellos que requieren cuidados especializados.

Grupo de médicos y enfermeros en una residencia de Bizkaia atendiendo a dos adultos mayores.
Médicos y enfermeros trabajando en sinergia para proporcionar atención médica de primer nivel a adultos mayores en una residencia de Bizkaia.

La voz del pueblo

El decreto parece pasar de largo y olvidarse de la participación ciudadana. Otras comunidades autónomas, como Cataluña, ya tienen regulada la participación de los usuarios y sus familiares. ¿Dónde queda el País Vasco?

Un llamado a la reflexión

La sociedad vasca, una de las más envejecidas del mundo, enfrenta una crisis de cuidados que exige atención y acción. Se hace imperativo acordar un nuevo modelo de residencias, garantizar cuidados de calidad, y permitir la participación activa de los implicados. En definitiva, es necesario un debate de país.

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