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Bizkaia

Obispo excomulgado y las Clarisas pierden la fé por el vil metal

Mairenis Gómez

15 de mayo de 2024 | 8:00 am

El reciente cisma en las comunidades de religiosas Clarisas de Belorado (Burgos) y Orduña ha generado una situación de gran tensión y controversia en la Iglesia católica española

Antecedentes del cisma

El bilbaíno Pablo de Rojas Sánchez-Franco, fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli y admirador del dictador Francisco Franco, ha aceptado que las comunidades de religiosas Clarisas de Belorado y Orduña estén bajo su jurisdicción, tras la solicitud de la madre abadesa, sor Isabel de la Trinidad. Esta decisión llega después de que la madre abadesa manifestara su intención de abandonar la Iglesia católica y colocarse, junto con 16 monjas, bajo la tutela de esta organización, que no está en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019.

En una carta firmada por sor Isabel de la Trinidad en nombre de toda la comunidad religiosa, se reconoce como último pontífice válido a Pío XII y se acusa a los papas posteriores de herejía.

Reacciones y medidas del Arzobispado de Burgos

El Arzobispado de Burgos ha señalado que aún falta confirmación de que las misas celebradas a puerta cerrada en la iglesia del Monasterio de Santa Clara de Belorado correspondan a ceremonias organizadas por la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli. De ser así, esto materializaría el cisma, considerado un delito según el Código de Derecho Canónico, y podría llevar a la excomunión de las religiosas involucradas.

Actualmente, el Arzobispado está trabajando para intentar revertir la situación y evitar que el cisma se concrete. Han afirmado que no abrirán un expediente de excomunión por el momento, ya que no consideran confirmado que todas las religiosas estén de acuerdo con la situación.

El origen del conflicto

El conflicto tiene su origen en una carta de la madre Isabel de la Trinidad dirigida a la madre Dolores de Vitoria-Gasteiz, en la que mencionaba haber encontrado un benefactor dispuesto a comprar el convento de Orduña. Este benefactor, sin embargo, solicitó la modificación del contrato original y exigió el registro del convento a su nombre. Posteriormente, se descubrió que el beneficiario era el obispo excomulgado Pablo de Rojas, quien considera satánica a toda la Iglesia católica posterior a Pío XII, lo que ha sido calificado como un caso claro de megalomanía por expertos en sectas.

Consecuencias y judicialización

El caso está actualmente judicializado, y las Clarisas reclaman casi dos millones de euros al obispado de Vitoria-Gasteiz, que ha suspendido la compraventa del convento. Esta situación ha generado un considerable conflicto legal y religioso, con múltiples implicaciones para las comunidades afectadas y la Iglesia en general.

Declaraciones y postura de las partes involucradas

Pablo de Rojas Sánchez-Franco ha comunicado que acepta que las religiosas estén bajo la jurisdicción de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli. En contraste, una de las monjas ha abandonado el convento debido a su desacuerdo con esta nueva jurisdicción. Desde el Arzobispado de Burgos, se mantiene la esperanza de poder solucionar el conflicto de manera pacífica y evitar una ruptura definitiva con la Iglesia católica.

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