Final de Europa League en Bilbao: Hoteles por las nubes y miles de ingleses de gaupasa

Una final inglesa en terreno vasco… sin camas para dormir

Bilbao, la ciudad que soñó con ver al Athletic en la final de la Europa League en su casa, tendrá que conformarse con acoger a dos gigantes de la Premier: Manchester United y Tottenham Hotspur. Lo que podría haber sido una fiesta local teñida de rojo y blanco será, en cambio, una invasión inglesa sin precedentes. Se esperan cerca de 80.000 aficionados británicos el próximo miércoles 21 de mayo, una cifra que desborda la capacidad hotelera de la ciudad vasca. Y con ello, una nueva postal del fútbol moderno: hinchas sin cama, con mochilas a la espalda y durmiendo al raso.

El problema no es solo la falta de plazas; es el precio. Los hoteles han disparado sus tarifas como si en vez de una final futbolística se celebrara una subasta de arte en Sotheby’s. Algunos alojamientos han llegado a pedir hasta 15.000 euros por una noche, una cifra delirante incluso para el fan más acaudalado. Los precios más “modestos” rondan los 1.500 euros, lo que ha obligado a miles de ingleses a improvisar soluciones: dormir en coches alquilados, acampar en parques o, directamente, dormir en la calle.

Fútbol moderno: fiesta en las gradas, ruina en la cartera

Lo que se vive en Bilbao no es nuevo, pero sí cada vez más extremo. La lógica del mercado aplicada al turismo futbolístico ha convertido finales como esta en un negocio de especulación inmediata, donde la oferta desaparece y la demanda desespera. Para muchos hoteles, esto es la bonanza anual; para muchos aficionados, es el precio cruel de seguir a su equipo.

Las autoridades locales intentan mantener el orden y reforzar los servicios, pero la logística no es sencilla. La ciudad no tiene la infraestructura hotelera de Madrid o Londres, y acoger a semejante cantidad de visitantes en un solo día roza la utopía.

Claro que, como ocurre en estas ocasiones, la calle se convierte en tribuna, y la noche en verbena. Si el Manchester United o el Tottenham se alzan con el título, Bilbao será una fiesta improvisada de cánticos, cerveza y banderas inglesas ondeando bajo la luna del Nervión.

Más que un título: la Champions como salvavidas

Lo curioso de esta final es que, más allá del trofeo, lo que se juega es la supervivencia deportiva y económica. Tanto el United como el Tottenham han tenido temporadas para olvidar en la Premier League, y la Europa League es su última bala para clasificarse a la próxima Champions.

El título no solo devuelve prestigio; asegura decenas de millones en ingresos, mantiene el atractivo para fichajes y sostiene el músculo financiero de entidades que viven bajo presión constante. En ese sentido, la final de Bilbao es una cuestión de vida o muerte deportiva para ambos clubes.

Y mientras los jugadores se juegan el futuro en San Mamés, sus hinchas —los que pagan el precio de seguirles hasta el fin del mundo— lo vivirán a pie de calle, sin hotel, pero con la pasión intacta.