Jon Uriarte pone condiciones a la ICHH

El presidente del Athletic recuerda que la grada popular pertenece al club y que ninguna queja justifica abandonar al equipo

El presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, junto al director general, Jon Berasategi, y la responsable de la Gran Área Social, Johana Ruiz-Olabuenaga, han abordado la actual situación de la Herri Harmaila, dejando clara la postura del club: la grada popular debe animar con respeto. Uriarte ha sido contundente en su mensaje, recordando que, al igual que la filosofía del club, el respeto es innegociable.

El dirigente rojiblanco ha subrayado que la Herri Harmaila pertenece al Athletic Club, no a ningún grupo ni individuo, y que su razón de ser es animar al equipo y transmitir su energía al resto de San Mamés. Esta visión fue respaldada en la Asamblea Extraordinaria, donde los socios aprobaron la propuesta de San Mamesen Orroa!, sentando las bases de la grada de animación.

Uriarte, tajante con la huelga de animación: «El Athletic está muerto si se prioriza lo individual»

En respuesta a la huelga de animación impulsada por Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH), Uriarte no dejó lugar a dudas:
🗣️ «Ninguna queja justifica abandonar al equipo», afirmó con firmeza.

El presidente lamentó que se antepongan intereses individuales sobre el bien colectivo, advirtiendo que, si esta mentalidad se impone, «el Athletic está muerto».

Además, quiso destacar la actitud del equipo en medio del conflicto:
✅ «El comportamiento de los jugadores está siendo intachable», señaló, reconociendo su profesionalidad y entrega en un momento delicado.

Cita clave con ICHH para definir el futuro de la grada popular

El club ha convocado a ICHH a una reunión en la que se expondrán los principios fundamentales que deben regir la Herri Harmaila para garantizar su correcto funcionamiento. Desde Ibaigane insisten en que el objetivo es preservar el espíritu de animación de la grada, pero siempre dentro de los valores del Athletic y sin conflictos internos que perjudiquen al equipo.

🏟️ San Mamés debe ser un fortín, y el club confía en que la grada de animación siga cumpliendo su papel sin más divisiones.