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Lezama se queda pequeño para ver a las leonas

RedacciónBH

22 de octubre de 2023 | 7:43 pm

El fútbol tiene la capacidad única de unir a las masas, de generar pasión y de crear momentos inolvidables. Pero, ¿qué sucede cuando la infraestructura no está a la altura de la pasión de los seguidores? Este fue precisamente el caso del último derbi femenino entre el Athletic y la Real Sociedad en Lezama, un evento que dejó un sabor agridulce tanto en los aficionados como en los organizadores.

Pasión Desbordada: La Afición Responde con Fervor

Lezama se vistió de gala para recibir a los equipos y a una afición ávida de fútbol femenino. Las gradas rebosaban de entusiasmo, con una expectación que crecía minuto a minuto. La afición había respondido, y de qué manera. Se palpaba en el aire la emoción y las ganas de disfrutar de un buen espectáculo futbolístico.

Pero no todo era júbilo y celebración. A pesar de la gran respuesta de la afición, el aforo limitado se convirtió en el protagonista inesperado de la jornada. Con un límite de 2.925 espectadores, muchos se quedaron con las ganas de vivir el derbi en carne propia, a pesar de tener su entrada en mano.

Un Aforo al Límite y un Acceso Restringido

Una hora antes del inicio del partido, ya se presagiaban los problemas. El parking estaba a rebosar, y las colas para adquirir entradas eran interminables. La expectativa era alta, y el aforo no dio abasto. Numerosos aficionados se quedaron fuera, viendo truncada su ilusión de disfrutar del derbi.

Los organizadores tomaron medidas sobre la marcha, abriendo la grada de prensa para albergar a parte del público que quedaba fuera. Sin embargo, esto no fue suficiente. Muchos decidieron marcharse, mientras que otros tantos se quedaron esperando en la valla de acceso, con la esperanza de poder entrar.

La Frustración de una Oportunidad Perdida

El fútbol femenino ha luchado incansablemente por ganarse un lugar en el panorama deportivo. Eventos como este derbi son cruciales para seguir impulsando su crecimiento. Pero situaciones como la vivida en Lezama demuestran que aún queda mucho camino por recorrer.

La frustración de los aficionados que se quedaron fuera es comprensible. Habían respondido con entusiasmo a la convocatoria, mostrando su apoyo al fútbol femenino, y se encontraron con un muro de limitaciones logísticas.

Lecciones Aprendidas y la Mirada al Futuro

Este incidente en Lezama debe servir como una lección valiosa para los organizadores y para el fútbol femenino en general. La afición está respondiendo, el interés está creciendo y es imperativo que la infraestructura y la logística estén a la altura.

Es esencial replantearse los límites de aforo y acceso, especialmente en eventos de alta demanda como un derbi. Es crucial garantizar que todos los aficionados, especialmente aquellos que han adquirido su entrada, puedan disfrutar del evento.

El fútbol femenino merece ser celebrado y apoyado, y parte de ese apoyo implica ofrecer las condiciones óptimas para que los aficionados puedan ser parte de la experiencia.

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