5 de junio de 2025 | 10:39

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United y Tottenham presionan por Wembley, pero la UEFA cierra filas: la final de la Europa League será en San Mamés

San Mamés se ubica en el cuarto puesto de la liga en términos de ingresos por partido

RedacciónBH

13 de mayo de 2025 | 4:14 pm

Wembley como deseo, San Mamés como realidad

A pocos días de que Bilbao acoja la final de la Europa League, la temperatura no sube solo por la emoción del encuentro. Manchester United y Tottenham Hotspur, los dos clubes protagonistas, han dejado entrever su descontento con la elección de San Mamés como sede. Ambos equipos, y parte de sus aficiones, preferirían disputar la final en Wembley, un estadio con más aforo, más accesibilidad y —sobre todo— más camas cercanas.

El motivo no es estrictamente deportivo. El colapso hotelero de Bilbao, con tarifas que oscilan entre los 1.500 y los 15.000 euros por noche, ha transformado una cita histórica en una pesadilla logística para miles de hinchas ingleses. La posibilidad de que cientos de aficionados acaben durmiendo en la calle o directamente no viajen ha generado malestar en los despachos de Old Trafford y Tottenham Hotspur Stadium.

Wembley —el templo del fútbol británico con capacidad para 90.000 espectadores— ofrecería una alternativa mucho más rentable en términos de taquilla, seguridad y presencia de aficionados locales. Pero la UEFA no está por la labor.

La UEFA responde: la final se juega donde se prometió

Desde Nyon, la respuesta ha sido tajante y sin matices: la final se jugará en Bilbao, como estaba pactado desde el principio. La UEFA ha recordado que la elección de sedes se hace con años de antelación, mediante un proceso que evalúa criterios logísticos, deportivos y de infraestructura. Ceder ahora a presiones por intereses comerciales supondría abrir una caja de Pandora que nadie en el organismo europeo está dispuesto a destapar.

Esta firmeza ha irritado aún más a los clubes ingleses, que se sienten ignorados en sus demandas. Pero desde Bilbao, el Athletic Club y las instituciones locales continúan con los preparativos de forma impecable. Para la ciudad, es una oportunidad de oro para demostrar su capacidad como anfitriona de grandes eventos, aunque la fiesta no sea exactamente la que soñaban sus ciudadanos tras la eliminación del Athletic en semifinales.

Una final caliente dentro y fuera del campo

Más allá del debate geográfico, el duelo entre Manchester United y Tottenham es una final de alto voltaje. Ambos equipos han firmado temporadas decepcionantes en la Premier League, y necesitan esta Europa League para salvar su curso y clasificarse a Champions. El partido se jugará el miércoles 21 de mayo en San Mamés, con un título en juego, pero también con la sensación de que el fútbol moderno, una vez más, se ve tensionado entre la pasión y el negocio.

Mientras tanto, en Bilbao, la ciudad se transforma a marchas forzadas, sabiendo que acogerá a decenas de miles de visitantes, aunque no todos duerman bajo techo. Lo que ocurra en el campo será épico, pero lo que se vive fuera habla tanto del fútbol actual como el propio resultado.

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