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Ocio & Cultura

Joan Miró y su travesía hacia la ‘Realidad Absoluta’: La Era Parisina, 1920–1945 en el Guggenheim Bilbao

María José Gonzalez

23 de mayo de 2023 | 4:30 pm

Joan Miró, una de las figuras más prominentes del arte del siglo XX, sigue generando fascinación con su obra innovadora y llena de simbolismo. Su incursión en el Dadaísmo y el Surrealismo, junto con su indagación en cuestiones espirituales y su compromiso político, se funden en un cuerpo de trabajo que trasciende las barreras temporales. Un período especialmente relevante en su carrera lo constituyen los años de 1920 a 1945, su ‘era parisina’, en la que Miró concibe y moldea su particular ‘Realidad Absoluta’.

El viaje a París: una chispa de transformación

Fue en 1920 cuando Miró realizó su primer viaje a París, una decisión que marcaría un antes y un después en su trayectoria artística. Esta ciudad, hogar de las primeras vanguardias y epicentro del movimiento artístico internacional, proporcionó a Miró un espacio de experimentación y evolución. A lo largo de estos años, Miró fue desde su inicial realismo mágico hasta la creación de un vocabulario personal de signos que flotan en fondos indefinidos, ofreciendo un enfoque revolucionario del arte y la percepción.

La influencia del arte prehistórico

Un aspecto central durante este período fue su fascinación por el arte prehistórico. Miró vio en las pinturas rupestres, los petroglifos y las estatuillas de épocas antiguas un eco del sentido espiritual original del arte, una conexión con lo trascendental que buscaba recuperar en su obra. Esta influencia se refleja en la constelación de signos y formas que poblan sus composiciones, generando una sensación de misterio y profundidad.

Arte, política y la construcción de una voz

Además de su búsqueda estética, Miró nunca se separó de la realidad sociopolítica de su tiempo. Su simpatía por el nacionalismo catalán y su oposición a la dictadura franquista se entrelazan con su arte, brindándole una dimensión adicional. En su trabajo, lo estético y lo político no se contraponen, sino que coexisten en un delicado equilibrio, haciendo de Miró un artista integral y comprometido.

Joan Miró se atrevió a explorar, a desafiar los límites y a buscar una verdad más allá de lo visible. Con su ‘Realidad Absoluta’, nos invitó a un viaje a través de la percepción, la emoción y la conciencia, un viaje que, aun cuarenta años después de su muerte, sigue ofreciendo nuevos horizontes.

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