5 de mayo de 2024 | 9:33

Ocio & Cultura

La calle Iparraguirre ilumina el camino al Guggenheim

Las piezas, creadas con acero y vidrio, revelan formas poliédricas hechas con minerales y rocas de Bizkaia, situadas bajo la acera.

Jeickson Sulbaran

3 de octubre de 2023 | 9:00 pm

Cautivadora Geometría que Brota desde el Suelo Bilbaíno

En los pasillos urbanos que serpentean frente al Museo Guggenheim en Bilbao, el arte ha perforado literalmente el pavimento para ofrecer una visión sublime de la geología nativa, tan arraigada en la historia y la evolución de la región. A través de una meticulosa selección de minerales y rocas que han sido claves en la historia minera de Bizkaia, el artista Olafur Eliasson se sumerge, y con él nos zambulle, en las entrañas del subsuelo citadino, uniendo en una danza caleidoscópica la ciencia, el arte y la percepción sensorial.

El Arte Que se Anda

Rompiendo la Barrera del Subsuelo

La obra, bautizada como «Beneath Bilbao, the curious planet«, desentraña en cada uno de sus siete puntos instalados la riqueza mineral de la tierra vasca: calcita, limonita, goethita, siderita, basalto, arenisca y caliza. Aunque los elementos minerales puedan resultar invisibles o inadvertidos en nuestra cotidianidad, Eliasson, mediante una técnica excepcional de espejos y reflexiones, les otorga un papel protagonista que va más allá de su mera función estructural o su valor económico.

Perspectiva y Percepción: Un Doble Juego

Las estructuras, insertadas en el pavimento, invitan a los paseantes a una pausa, a sumergirse en un mundo donde la tierra se muestra en un espectáculo de formas y colores, siempre cambiante, siempre nuevo. Cada mirada, cada ángulo, ofrece una visión distinta y evocadora de las profundidades terrestres. Eliasson se sirve de espejos trapeciales para crear ilusiones geométricas que desafían la percepción y abren un diálogo constante entre el observador y lo observado, entre la ciudad y sus cimientos ocultos.

Conexión Terrenal y Reflexiones sobre el Cambio Climático

Luz desde la Profundidad: Un Simbolismo Luminoso

Pero más allá del espectáculo visual, las instalaciones iluminan desde las profundidades, proyectando hacia el exterior un mensaje que podría interpretarse como un aviso, una seña de la tierra que nos habla y nos refleja nuestra propia imagen distorsionada. La luz que emerge desde lo subterráneo revela tanto la belleza como la urgencia, ya que, como el propio artista ha destacado, nuestra tierra está en colapso y es imperativo prestar atención y actuar frente al cambio climático.

Un Artista, Un Mundo

El mismo Eliasson ha sido enfático en subrayar la necesidad de “mirar menos hacia adelante y mirar más alrededor y hacia abajo”, poniendo en relevancia lo que está ocurriendo aquí y ahora. Cada fragmento de mineral reflejado en sus instalaciones no es sólo un componente estático e inmutable, sino un recordatorio de los ciclos geológicos, de los procesos naturales, y de nuestra imbricación en estos sistemas.

Hacia el Futuro: Un Convenio de Luz y Reflexión

Articulación de Arte y Espacio Público

Desde agosto de 2020, cuando se cristalizó el convenio entre el Ayuntamiento de Bilbao y el Museo Guggenheim Bilbao, este proyecto buscaba no solo enriquecer estéticamente el espacio urbano sino también fortalecer el vínculo entre arte y ciudadanía, entre estética y conciencia. La idea era integrar una intervención artística lumínica que no solo mejorase el espacio público sino que actuase como conector entre el Museo y la urbe.

Eliasson: Un Compromiso con la Percepción y el Entorno

Eliasson, con su trayectoria rica en exploraciones sobre la percepción y el entorno, y conocido por ir más allá de la mera exposición artística, se posiciona como el transmisor ideal de este mensaje. Su habilidad para entrelazar arte, ciencia y sociedad ha generado una obra que no sólo es visualmente impresionante, sino que también tiene el poder de generar conversación y reflexión sobre nuestro papel en la interacción con nuestro entorno.

Reflexiones Finales

En la amalgama de luces, reflejos y geometrías, “Beneath Bilbao, the curious planet” se alza no sólo como una instalación lumínica, sino como un espejo que, desde las profundidades de la tierra, nos refleja a nosotros mismos y a nuestra relación con el planeta. Un recordatorio de que bajo cada paso que damos, yace una rica historia geológica, cultural y económica que debe ser respetada, cuidada y, sobre todo, contemplada con los ojos de quien busca entender para proteger. En este entorno, cada visitante, cada local, cada mirada hacia abajo, se convierte en un acto de reconocimiento, de aprendizaje y, potencialmente, de cambio.

Es, sin duda, un paso subversivo y literal hacia el arte que se vive, se camina y se reflexiona, marcando un hito en la integración del arte en los espacios públicos de Bilbao y ofreciendo una nueva capa de interpretación y experiencia en la rica tapestry que la ciudad ofrece a locales y visitantes por igual.

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