Derogar el sanchismo es gobernar con la extrema derecha

En la pista de baile política, los socios cambian al compás de los acordes del poder. Recientemente, un nuevo par, el Partido Popular y Vox, ha tomado el escenario en la Comunitat Valenciana. Con una promesa conjunta de desmantelar el ‘sanchismo’, surgen interrogantes sobre si este pacto representa un giro hacia la extrema derecha.

Los cinco pilares del pacto

El recién formado tándem de derechas se ha comprometido en torno a cinco ejes: libertad de elección, desarrollo económico, sanidad y servicios sociales, defensa de las señas de identidad y apoyo a las familias. Aunque se trata de áreas de interés general, la falta de medidas concretas ha dejado a muchos preguntándose cómo se traducirán estos ideales en políticas prácticas.

Libertad y economía: los caballos de batalla

El primer pilar del pacto apunta a la ‘libertad’, promoviendo la capacidad de elegir para todos. Sin embargo, queda por ver cómo este principio se implementará en términos concretos. El segundo pilar busca un desarrollo económico orientado a la reducción del gasto innecesario e impulso de la economía. De nuevo, el camino a seguir para lograr este objetivo es objeto de especulaciones.

Sanidad, identidad y familias: ¿Un terreno desafiante?

Los pilares restantes del acuerdo también son en gran medida generales y ambiciosos. La intención de reforzar la sanidad pública y los servicios sociales se sitúa como un reto colosal, dado el estado de la sanidad tras la crisis del COVID-19. Por otro lado, la defensa y recuperación de las “señas de identidad” y el “apoyo a las familias” se asoman como metas con implicaciones profundas, pero sin un camino claro para su realización.

El cambio de guardia y la sombra del ‘sanchismo’

El pacto ha llevado a Vox a la presidencia de Les Corts valencianas, con el Partido Popular asumiendo la primera vicepresidencia y la Secretaría primera. Este cambio en el reparto del poder puede interpretarse como una señal de la determinación de estos partidos para desmantelar el ‘sanchismo’, pero también plantea interrogantes sobre el rumbo político de la Comunitat Valenciana.

En resumen, la alianza PP-Vox en la Comunitat Valenciana ha despertado un torrente de opiniones, con algunos observadores viendo en ella un avance hacia la extrema derecha. En cualquier caso, parece claro que la política valenciana está en una encrucijada, y los próximos meses determinarán el legado de este audaz pacto.