27 de diciembre de 2024 | 2:50

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El glaciar de monte Perdido: Crónica de un deshielo anunciado

Wilmer Ayala

10 de noviembre de 2023 | 4:00 pm

El Glaciar de Monte Perdido, uno de los gigantes helados de los Pirineos, enfrenta un destino incierto y alarmante. Este año, los científicos han confirmado la separación «definitiva» de sus masas de hielo oriental y occidental, un hecho que no solo reduce significativamente su extensión, sino que también evidencia el impacto devastador del cambio climático en estos ecosistemas frágiles.

Una División Irreversible

La reciente ola de calor ha acelerado la pérdida de espesor del glaciar, con una reducción promedio de 4 metros de hielo y puntos críticos donde la merma alcanza los 8 metros. Esta pérdida masiva de hielo en 2022 se suma a la tendencia de retroceso que ya venía mostrando el glaciar.

El Impacto de la Separación de Masas de Hielo

La división del glaciar en dos cuerpos independientes marca un punto de no retorno en su historia. Esta separación, sumada a la desvinculación anterior con el cuerpo superior, refleja una disminución alarmante de su superficie total y pone en riesgo su existencia misma.

Los Glaciares: Testigos Silenciosos del Cambio Climático

Los glaciares son indicadores clave del cambio climático, y el de Monte Perdido no es una excepción. Su retroceso es un testimonio silencioso pero contundente del calentamiento global. Desde 1850, los glaciares de los Pirineos han sufrido una dramática reducción, pasando de 2.060 hectáreas a menos de 210 en la actualidad.

De 52 a 19 Masas de Hielo en los Pirineos

Esta transformación no solo afecta al glaciar de Monte Perdido, sino a toda la región pirenaica. De las 52 masas de hielo registradas en el pasado, solo 19 sobreviven hoy, una estadística que pone de manifiesto la magnitud del problema y la urgencia de actuar.

Situación Crítica del Cuerpo Oriental del Glaciar

Aunque el cuerpo oriental del glaciar todavía mantiene características propias de un glaciar, como zonas de acumulación y movimiento de hielo, su situación es precaria y sigue un patrón de retroceso constante. Esta realidad subraya la fragilidad de estos ecosistemas, incluso en sus áreas más resilientes.

Retroceso del Cuerpo Occidental y Superior

Los cuerpos occidental y superior del glaciar, aunque este último conserva mínimas zonas de acumulación, están experimentando un retroceso acelerado. Esto indica que incluso las partes del glaciar que alguna vez fueron más estables, ahora están cediendo ante el avance del cambio climático.

Conclusiones: Un Futuro Incierto para los Glaciares

La situación del Glaciar de Monte Perdido es una clara señal de alarma sobre el impacto del cambio climático en los glaciares y su entorno. La lucha contra el cambio climático no es solo una cuestión de política ambiental, sino una carrera contra el tiempo para preservar estos monumentos naturales. La comunidad científica y las autoridades deben trabajar juntas para encontrar soluciones que frenen este retroceso y protejan estos valiosos ecosistemas para las generaciones futuras. La historia del Glaciar de Monte Perdido es un llamado a la acción, un recordatorio de que cada esfuerzo cuenta en la batalla contra el cambio climático.

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