El índice de precios al consumo en España supera las expectativas

Inflación de julio de 2023: Un ascenso no previsto

La tasa de inflación anual en España ha sorprendido a los mercados con un incremento hasta el 2,3% en julio de 2023, superando las expectativas que pronosticaban un 1,6%. Este aumento es notablemente superior al 1,9% registrado en junio, la tasa más baja desde marzo de 2021. Este incremento interanual se calcula en comparación con el dato del mes anterior.

Factores determinantes en el aumento de la inflación

La principal causa de este incremento reside en la subida de los precios de los carburantes, que bajaron en julio de 2022. Adicionalmente, el descenso en vestido y calzado ha sido menor que el del año anterior, y los paquetes turísticos han registrado un incremento mayor que en julio del pasado año.

No obstante, también es relevante mencionar, en sentido contrario, el descenso en los precios de la electricidad y del gas, en contraposición a la subida que experimentaron en julio de 2022.

La inflación subyacente: Un índice al alza

La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, ha aumentado tres décimas, situándose en el 6,2%. Esta cifra refleja la tendencia creciente de los precios de bienes y servicios de consumo, excluyendo los más volátiles.

Cambio intermensual y datos armonizados

En términos intermensuales, los precios han registrado una subida del 0,1% respecto a junio. Mientras, el dato armonizado, que permite comparar la inflación española con la de otros países de la Unión Europea, se sitúa en el 2,1%.

El PIB trimestral: Cumpliendo expectativas

Por otro lado, el Producto Interior Bruto (PIB) trimestral, presentado en paralelo a los datos de inflación, ha coincidido con las previsiones. El crecimiento del PIB en el segundo trimestre se ha situado en el 0,4%, ligeramente por debajo del 0,5% del trimestre anterior.

En resumen, el contexto económico muestra signos de recuperación, aunque el aumento de la inflación requiere de un seguimiento constante para evaluar su impacto en la economía española.