Gobierno Sánchez reflexiona sobre condiciones para Saudi Telecom en Telefónica

La administración española evalúa las condiciones a imponer al conglomerado Saudi Telecom Co (STC) ante su reciente adquisición del 9,9% de las acciones de Telefónica. Esta medida sugiere cierto paralelismo con la intervención gubernamental anterior en la empresa Naturgy.

Contexto Reciente

STC, el gigante de telecomunicaciones saudí, anunció a principios de septiembre una operación valorada en 2.100 millones de euros, que le otorga el 9,9% de las acciones de la española Telefónica. La mitad de esta adquisición involucra derivados financieros, lo que pone de manifiesto la complejidad de la transacción.

El Gobierno español, en virtud de su normativa sobre inversiones extranjeras en empresas estratégicas cotizadas, requiere que para adquisiciones superiores al 5% en Telefónica, el Ministerio de Defensa debe aprobar la operación. Esta cláusula se relaciona directamente con la presencia de la empresa en áreas vinculadas a la seguridad nacional.

Paralelismo con Naturgy

La situación evoca a la de Naturgy hace dos años, cuando el fondo australiano IFM deseaba ingresar al accionariado de la energética. El gobierno, dirigido por Pedro Sánchez, puso condiciones específicas como una inversión en proyectos de transición ecológica y el mantenimiento del domicilio social en España. También fue crucial mantener una parte considerable de empleados en el país y desarrollar una política de dividendos considerada como “prudente” por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Movimientos Estratégicos Post-Adquisición

Tras la revelación de la adquisición, se produjo un alboroto en la estructura directiva de Telefónica. José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, convocó de inmediato un comité de crisis. El y Ángel Vilá, consejero delegado de la empresa, viajaron a Arabia Saudí para discutir directamente con los líderes de STC. Esta reunión buscaba esclarecer las intenciones del conglomerado saudí y discutir el plan estratégico de Telefónica, que se anunciará en noviembre.

Futuro Incierto

A pesar de las negociaciones y movimientos recientes, queda en el aire la posibilidad de que STC busque un puesto en el consejo de administración de Telefónica. Este factor, junto con otros detalles aún por desvelar, mantiene a inversores y a la opinión pública en expectación.

Concluyendo, la entrada de STC en Telefónica no solo marca un cambio significativo en el panorama empresarial español, sino que también pone de manifiesto la influencia y el papel del Gobierno en la toma de decisiones de grandes corporaciones. El tiempo dirá qué condiciones se imponen y cómo afectan a ambas empresas en el largo plazo.