La Iglesia ocultó las denuncias de abusos del cura de Málaga

Caso del Cura de Málaga: Las denuncias por agresiones sexuales y su respuesta

El tema de las agresiones sexuales y la postura de la Iglesia en España ha tomado relevancia en los últimos meses. El caso reciente de un cura en Málaga, acusado de abusos y detenido tras una denuncia, pone nuevamente en el foco la gestión de la Iglesia ante tales situaciones.

La denuncia inicial y la actuación de la Iglesia

En enero, la Iglesia fue informada por una mujer sobre la existencia de material sexual en posesión del párroco destinado en Melilla. A pesar de las alarmantes acusaciones, la respuesta inicial de la Iglesia fue, en esencia, una inacción. El sacerdote no fue denunciado ni sometido a investigación interna, sino trasladado a la Península. Tal decisión, lejos de solucionar el problema, parece evadir una responsabilidad inminente.

La postura de la Diócesis de Málaga

Aunque fuentes de la diócesis niegan haber tenido conocimiento de los vídeos desde enero, las declaraciones ofrecidas presentan inconsistencias. Por un lado, se admite haber sido informados de la relación sentimental entre la denunciante y el sacerdote, pero se dice que no se conocía la existencia de los videos comprometedores hasta más tarde. No obstante, aún si solo se tratara de la relación sentimental, no se tomó medida disciplinaria alguna.

El recorrido del párroco y su historial

El sacerdote, identificado como F.J.C., se movió en los últimos años por varias localidades del sur de España. Con raíces en Vélez-Málaga, el párroco parece haber tenido un historial de movimientos frecuentes. Tras su traslado desde Melilla por supuestos «motivos de salud», sirvió en las parroquias de Yunquera y El Burgo.

El perfil del párroco y su pasado

Ordenado sacerdote en 2017, tras formarse en Antequera y en el Seminario Mayor de Málaga, el sacerdote ha tenido presencia activa en diversas localidades. Además de servir en parroquias, ha estado vinculado con círculos religiosos y actividades locales como la organización de torneos de fútbol. Pese a su aparente implicación con la comunidad, las acusaciones actuales arrojan una sombra sobre su carrera.

Las víctimas y la profundidad de las acusaciones

El material que encontraron muestra al menos a cinco mujeres que sedaron aparentemente antes de abusar de ellas y grabarlas. Lo perturbador es que estas víctimas no sabían hasta ahora que las sometieron a tales actos. Con cinco víctimas confirmadas hasta la fecha, se cree que podría haber más, originarias de Málaga, Melilla y Córdoba.

El caso de Málaga nos lleva a reflexionar sobre la actuación de la Iglesia ante denuncias de agresiones sexuales. Es imperativo que las instituciones, religiosas o no, enfrenten de manera frontal y responsable cualquier acusación de esta naturaleza, garantizando la seguridad y el respeto a las víctimas, y sometiendo a los responsables a la justicia.