Regresa la inquisición allí donde gobierna la extrema derecha

Jesús Albiol de Vox toma el control de la delegación de Cultura

El pasado 3 de julio se formó un ejecutivo de coalición entre el Partido Popular y Vox en Burriana, con Jorge Monferrer del PP como alcalde. Como resultado, el diputado autonómico de Vox, Jesús Albiol, se encargó de la delegación de Cultura.

Albiol, quien anteriormente había pedido la cancelación de la suscripción a las revistas El Temps, Sàpiens y Llengua Nacional por ser “propaganda pancatalanista”, ha decidido implementar esta medida desde su nueva posición.

Las consecuencias de la decisión de Albiol

El 8 de julio, Albiol celebró en redes sociales el veto a estas publicaciones, reafirmando su postura contra el «separatismo catalán». Esta acción ha sido aplaudida por figuras como el torero y futuro vicepresidente y conseller de Cultura valenciano, Vicente Barrera.

Sin embargo, la decisión de Albiol también ha desatado críticas. Vicent Granel, portavoz de Compromís per Borriana, condenó el acto como una forma de censura cultural. Granel denuncia que revistas están pendientes de “revisión” para ver si “pasan el filtro”.

Reacciones de la comunidad y los afectados

Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes, ha calificado la medida de “intolerable”. A su vez, la Plataforma per la Llengua del País Valencià tachó la acción de Albiol como una persecución y censura de las revistas en valenciano. Desde redes sociales, organizaciones y figuras públicas prometieron resistencia a tales ataques contra la lengua valenciana.

Camacuc, una de las publicaciones afectadas, publicó un mensaje en sus redes sociales lamentando la decisión. La editorial reafirmó su compromiso de continuar resistiendo y ofreciendo lectura en valenciano de calidad. Aseguran que seguirán encontrando la manera de que los jóvenes de Burriana continúen leyendo en valenciano.

Un futuro incierto para la cultura valenciana

Este incidente abre un debate importante sobre el futuro de la cultura valenciana y la libertad de expresión en las instituciones públicas. Las acciones de Albiol y la reacción de la comunidad demuestran que la censura de contenido en valenciano es una cuestión divisiva que requiere atención y diálogo continuo.