Vueling deja tirados en Barcelona a 160 pasajeros destino Bilbao

Una pesadilla aérea de 13 horas para 160 pasajeros y la indiferencia de Vueling

Lo que prometía ser un viaje de poco más de una hora desde la isla blanca hasta el corazón del País Vasco se convirtió en una auténtica pesadilla para los 160 pasajeros del vuelo de Vueling. Desviados a Barcelona y sin ninguna ayuda por parte de la compañía, estas personas vivieron un calvario que duró 13 horas.

«Nos han dejado tirados»

El sentimiento generalizado entre los pasajeros era de frustración y abandono. «Nos han dejado tirados«, manifestó una de las afectadas al llegar finalmente al aeropuerto de Bilbao. No hubo cara visible de la compañía que diera respuestas a sus inquietudes. Sin alojamiento, sin comida, sin bebida, el aeropuerto de El Prat en Barcelona se convirtió en su hogar durante más de medio día.

Burla e indignación

El descontento llegó a tal punto que los pasajeros organizaron una manifestación improvisada en la zona de embarque del aeropuerto de Barcelona. «Estábamos desesperados. Nos han vacilado, cambiado de horas, sin ninguna explicación y hemos organizado una manifestación», relató un viajero.

La interminable espera

Los pasajeros del vuelo, inicialmente previsto para aterrizar en Bilbao a las 23.00 horas del domingo, tuvieron que esperar hasta las 12.00 horas del lunes siguiente. Durante todo este tiempo, la compañía no proporcionó ninguna explicación clara ni soluciones. Se prometieron vuelos a las 05.30 y las 07.00 horas, que no se materializaron. Finalmente, tras ser desplazados de un lado a otro de la terminal, escoltados por la Guardia Civil, consiguieron embarcar después de las 10.00 horas.

Vueling, en el ojo del huracán

Vueling queda así en el punto de mira, tanto por su gestión del incidente como por su falta de respuesta ante las quejas y demandas de los pasajeros. Un suceso que, sin duda, deja una mancha en su reputación y suscita preguntas sobre su política de atención al cliente y su capacidad para manejar situaciones de crisis.

Lecciones para el futuro

Este incidente ha de servir como llamada de atención para Vueling y otras compañías aéreas. La transparencia, la comunicación eficaz y el cuidado del pasajero deben ser siempre una prioridad, incluso en situaciones de crisis. Si se descuida alguno de estos aspectos, el daño a la reputación de la compañía puede ser significativo y duradero. En última instancia, los pasajeros merecen respeto y atención, y es deber de las compañías proporcionar un servicio que cumpla con esas expectativas.

Aún se espera una respuesta oficial de Vueling sobre lo ocurrido. Pero independientemente de la explicación que ofrezcan, para los 160 pasajeros del vuelo Ibiza-Bilbao, la amarga experiencia vivida será difícil de olvidar.