19 de mayo de 2024 | 10:36

Bilbao

BBVA se plantea la opción hostil para controlar banco Sabadell

Mairenis Gómez

7 de mayo de 2024 | 7:49 am

La resistencia de Banco Sabadell a la oferta de fusión propuesta por BBVA plantea un complejo escenario para Carlos Torres, presidente de BBVA, quien busca la absorción de la entidad liderada por Josep Oliu. Frente a este rechazo, BBVA enfrenta tres opciones: retirarse, mejorar la oferta, o lanzar una opa hostil, una estrategia que requeriría una significativa suma en efectivo para convencer a los accionistas de Sabadell. Esta situación recuerda al único precedente de opa hostil en la banca española, cuando en 1987, Banco de Bilbao intentó sin éxito adquirir Banesto.

El rechazo firme de Banco Sabadell

Banco Sabadell ha desestimado la propuesta de fusión de BBVA, calificándola de insuficiente y argumentando que no representa adecuadamente el valor ni las perspectivas de crecimiento de la entidad como banco independiente. Esta decisión ha sido comunicada tras un detallado análisis por parte de su consejo de administración, marcando un claro portazo a las intenciones de BBVA. La oferta incluía un intercambio de una acción de BBVA por cada 4,83 acciones de Sabadell, además de puestos en el consejo, detalles que no han sido suficientes para avanzar en las negociaciones.

Dilema estratégico para BBVA

Ante la negativa de Sabadell, BBVA se encuentra en un punto crítico donde debe decidir si se retira, lo que implicaría un segundo fracaso en sus intentos de fusión con Sabadell y posiblemente consecuencias negativas para Carlos Torres ante los accionistas, o si insiste con una nueva oferta o una opa hostil. La opción de la opa hostil implica un alto riesgo y requeriría un desembolso considerable para persuadir a los accionistas de Sabadell, una estrategia que podría no asegurar el éxito y que, además, podría no contar con el apoyo del Banco de España, dado su histórico papel de mediador en la banca española.

Implicaciones de una política de «tierra quemada»

BBVA podría optar por una estrategia agresiva, comprando acciones entre los principales accionistas de Sabadell para obtener un control decisivo, aunque esto implicaría convencer con grandes sumas de dinero en efectivo. Esta táctica de «tierra quemada» puede enfrentar resistencia tanto a nivel corporativo como regulatorio, dado el impacto que una operación de esta naturaleza tendría en el sistema financiero español.

Este escenario resalta la complejidad y las significativas implicaciones financieras, corporativas y regulatorias de una posible fusión o adquisición en el alto nivel del sector bancario español. La decisión final de BBVA podría definir el futuro de ambas entidades y alterar significativamente el paisaje bancario del país.

Más noticias