19 de septiembre de 2024 | 9:13

Deportes

Estadios permiten alcohol en zonas VIP mientras multan a los aficionados comunes

Mairenis Gómez

19 de septiembre de 2024 | 1:30 pm

En los estadios de fútbol en España, se ha generado una clara desigualdad en la aplicación de las normas sobre el consumo de alcohol.

La disparidad en el trato que reciben los aficionados en los estadios de fútbol en España es un problema que pasa desapercibido, pero es evidente para cualquiera que preste atención. Las normativas que regulan el consumo de alcohol son estrictas en teoría, pero en la práctica parecen aplicarse con una preocupante doble moral. En las zonas de grada, los seguidores de a pie son sancionados por consumir bebidas alcohólicas, mientras que en las áreas VIP, la realidad es muy distinta.

Un aficionado sancionado por consumir alcohol

Esta semana, se ha conocido que la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto sanciones para varios aficionados por infringir estas normas. Por ejemplo, en el partido entre el Granada CF y el Deportivo de La Coruña, un aficionado fue multado con 2.000 euros y se le prohibió el acceso a recintos deportivos por cuatro meses por el simple hecho de consumir una bebida alcohólica en el estadio.

Otro caso similar ocurrió en el encuentro entre la Real Sociedad y el Deportivo Alavés, donde un aficionado intentó entrar con botellas de alcohol. La sanción en este caso fue de 1.500 euros y tres meses sin poder asistir a partidos. Estos casos no son aislados, y reflejan una postura dura y clara contra el consumo de alcohol en las gradas.

El contraste entre las gradas y las zonas VIP

Lo realmente irónico es que estas mismas normas no se aplican en las zonas VIP de los estadios. Mientras los aficionados en las gradas deben someterse a rigurosas inspecciones y sanciones, aquellos con acceso a los palcos pueden consumir alcohol sin restricción alguna. Esto plantea una clara diferencia de trato basada únicamente en el poder adquisitivo de los espectadores.

Es difícil no ver la hipocresía en estas situaciones. La ley española, a través de la Ley 19/2007, prohíbe la venta y consumo de alcohol en las instalaciones deportivas. Sin embargo, en la práctica, parece que esta normativa solo se aplica a los sectores de menor poder adquisitivo, dejando que los más privilegiados disfruten de un trato preferente.

Las normativas que regulan el consumo de alcohol son estrictas en teoría,

La necesidad de una regulación justa

Es evidente que esta disparidad en la aplicación de la normativa no solo genera un malestar entre los aficionados, sino que también envía un mensaje contradictorio sobre la igualdad en el deporte. Mientras algunos son castigados severamente, otros pueden disfrutar de privilegios sin consecuencias. Este tipo de trato desigual crea un ambiente injusto que, lejos de fomentar el respeto y la convivencia en el deporte, alimenta la división.

En definitiva, si se va a mantener la prohibición del alcohol en los estadios, debería aplicarse de manera uniforme a todos los asistentes, independientemente de la zona en la que se encuentren. La igualdad en el deporte no debería estar condicionada por el precio de una entrada.

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