¿Por qué el estadio de fútbol del Athletic Club se llamó San Mamés?

La majestuosidad de un estadio y su origen legendario

Inmerso en el corazón de la rutilante ciudad de Bilbao, el estadio de San Mamés, hogar del Athletic Club, se yergue como un templo de fútbol que guarda en sus entrañas más de un siglo de historia y tradiciones. Conocido también como «La Catedral», el nombre de este emblemático estadio remite a un pasado enraizado en la leyenda del mártir cristiano San Mamés y los leones que amansó en su martirio.

Los Leones de Bilbao y la leyenda de San Mamés

Los jugadores del Athletic Club son conocidos como los «leones», sobrenombre que, aunque parece aludir a la ferocidad y garra futbolística, tiene su origen en una historia mucho más profunda y espiritual. La leyenda de San Mamés, santo del siglo III, es la encargada de dar vida a esta denominación.

Este mártir cristiano, originario de Capadocia, sobrevivió a las inclemencias de la persecución religiosa de la época, siendo finalmente lanzado a los leones en un circo romano. Sin embargo, en lugar de perecer, logró amansar a las fieras. Esta relación con los leones y su devoción extendida a lo largo de los siglos dan lugar a la denominación de los jugadores del Athletic Club.

De una ermita a la modernidad de un estadio

La devoción a San Mamés llegó a Bilbao a través de los peregrinos del Camino de Santiago. En esta ciudad recién fundada se erigió una pequeña ermita en honor a este santo, que posteriormente se convirtió en un convento franciscano y, finalmente, en la actual Casa de Misericordia, conocida como el asilo de San Mamés.

Cerca de este lugar, en 1913, se levantó el primer estadio que acogería al Athletic Club, bautizado como Estadio San Mamés. Desde sus humildes comienzos con una capacidad de 7.000 espectadores, las instalaciones se han sometido a diversas ampliaciones y reformas, llegando a albergar hasta 45.000 espectadores después de la remodelación realizada para el Mundial’82.

El nuevo San Mamés: orgullo de Bilbao

En 2013, justo un siglo después de su inauguración, el viejo y entrañable San Mamés fue derribado para dar paso a un nuevo estadio. Esta moderna construcción, que puede acoger a 53.000 espectadores, se erige hoy como un símbolo de innovación y funcionalidad. Este templo del fútbol ha sido galardonado con múltiples premios, incluyendo el de mejor edificio deportivo del mundo en 2015 en el World Architecture Festival.

La Catedral del Fútbol: un apelativo merecido

Uno de los sobrenombres más destacados de este estadio es «La Catedral». Aunque la etimología de esta denominación parece remontarse a un coloquio entre bilbaínos, su significado trasciende la mera anécdota. «La Catedral» refleja la devoción y el fervor con el que los seguidores del Athletic Club viven cada partido, en un lugar donde convergen sacrificio, culto, carácter y pasión.

El Estadio San Mamés no es solo un lugar para disfrutar del fútbol. Es un templo donde se celebra la historia, la tradición y el espíritu de una ciudad y de un equipo que ha sabido mantenerse firme a lo largo de los años, sin perder nunca su esencia.