Bruselas insiste en la estandarización del impuesto de sociedades en la UE

En un impulso determinado por remediar los efectos del ‘dumping’ fiscal, Bruselas ha acometido su tercero y más ambicioso intento para homogeneizar el impuesto de sociedades en el seno de la Unión Europea. La propuesta, respaldada por los comisarios de Economía, Paolo Gentiloni, y de Mercado Interior, Thierry Breton, tiene como objetivo principal facilitar el cumplimiento fiscal de las grandes multinacionales.

El Novedoso Marco BEFIT

Un conjunto de normas unificado

La Comisión Europea busca implementar un marco de tributación de beneficios, conocido como BEFIT, que tendría el potencial de reducir hasta un 65% los costes asociados al cumplimiento fiscal en las empresas que operan en más de un estado miembro. Este conjunto de normas procura determinar la base imponible de los grandes grupos empresariales.

Aplicación a partir de 2028

Se espera que la norma BEFIT se convierta en obligatoria para alrededor de 4,000 multinacionales que operan dentro del marco de la UE desde el 2028. El cálculo de la base imponible se efectuará a través de una agregación de todas las bases imponibles de las empresas de un mismo grupo, permitiendo una distribución justa y equitativa del impuesto a pagar en cada Estado miembro.

El Impacto en las Empresas

Reducción significativa de costes

El nuevo marco promete abaratar los costes de cumplimiento fiscal, oscilando entre un tercio y dos tercios, proporcionando además una mayor estabilidad y seguridad fiscal a las empresas. Sin embargo, la regla excluye a los grupos extractivos y de transporte marítimo y aéreo.

Bajo la tutela de la OCDE

Esta iniciativa parte del acuerdo internacional establecido en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), subrayando una fiscalidad común para las empresas con ingresos superiores a 750 millones de euros.

Otras Medidas Pertinentes

Harmonización de la transferencia de precios

Además del BEFIT, la Comisión ha sugerido armonizar las normas que dictaminan la fijación de precios de bienes o servicios entre empresas asociadas. Esta armonización tiene como fin último eliminar los abusos fiscales a través de la transferencia de precios y reducir los litigios por doble imposición.

Agilización de pagos a pymes

Conscientes de la problemática actual, Bruselas ha abogado por la implementación de normas más rigurosas para garantizar que las pymes reciban pagos en un plazo máximo de 30 días, eliminando el período de gracia actual que permite extenderlo a 60 días. Este es un paso audaz hacia la protección de las pymes contra la insolvencia derivada de impagos prologados.

Conclusión: Un Horizonte de Consenso

Un terreno propicio para el acuerdo

Tras dos intentos previos, la Comisión Europea se muestra confiada en alcanzar un mayor consenso con esta nueva propuesta. Aunque ciertas normas han sido descartadas para evitar resistencias significativas por parte de algunos Estados miembro, la esperanza es alta.

Buscando el equilibrio fiscal

En el epicentro de esta propuesta radica la intención de Bruselas de forjar un terreno fiscal más equitativo y justo dentro de la Unión Europea. Un camino que, aunque repleto de desafíos, lleva consigo la promesa de una UE más unida y fiscalmente saludable.

La ambiciosa propuesta de Bruselas marca una etapa crucial en el esfuerzo continuo por evitar el ‘dumping’ fiscal en la UE. En su núcleo, busca establecer un terreno de juego equitativo para todas las multinacionales, promoviendo la transparencia y la equidad fiscal en una era de creciente globalización económica. El tiempo dirá si esta propuesta puede materializarse y llevar la fiscalidad europea a una nueva era de armonización y cooperación.