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La juventud pierde confianza en la democracia

La juventud pierde confianza en la democracia

Jeickson Sulbaran

12 de septiembre de 2023 | 4:30 pm

El barómetro mundial de Open Society Foundations ha sacudido las columnas que sostienen el templo de la democracia. La tendencia es clara y perturbadora: la confianza de los jóvenes en las democracias está disminuyendo a pasos agigantados. Los jóvenes de las generaciones Z y Milennial ya no ven en la democracia un sistema que resuelva sus preocupaciones más inmediatas, como la seguridad económica, la crisis climática y la corrupción.

Generación Desencantada: Los Números Hablan

El 42% de los menores de 36 años a nivel global considera que una dictadura militar podría ser una mejor forma de gobierno. Esta cifra alarmante se complementa con un 35% que prefiere un régimen civil pero autoritario. Con este panorama, la democracia no solo se ve amenazada, sino que también se pone en duda su eficacia como solución a los problemas emergentes del siglo XXI.

Los Factores en Juego

Las nuevas generaciones han crecido en un mundo que se mueve al ritmo vertiginoso de la tecnología y las redes sociales. Han presenciado cómo los líderes políticos, en vez de solucionar problemas, a menudo los exacerbaban. La polarización política, la violencia y la inseguridad han moldeado su percepción de la gobernabilidad, y muchos ya no creen que la democracia sea la solución.

Democracia vs. Efectividad: La Batalla de la Percepción

Mientras las democracias batallan con la burocracia y la polarización, regímenes autoritarios presentan un frente unificado y una toma de decisiones más rápida. Sin embargo, la rapidez no siempre equivale a eficacia. Ejemplos como la gestión de la pandemia de COVID-19 en China y Brasil demuestran que un sistema autoritario también puede fallar estrepitosamente en abordar crisis complejas.

El Desafío de la Inmediatez

Los jóvenes viven en un mundo donde la gratificación instantánea es la norma. La democracia, con sus procesos deliberativos y su lentitud inherente, parece obsoleta frente a los desafíos urgentes del mundo moderno. La cuestión esencial es cómo puede adaptarse la democracia para cumplir con las expectativas de eficiencia sin sacrificar los principios de igualdad, justicia y participación ciudadana.

¿Qué Sigue? Redefinir la Democracia en el Siglo XXI

La señal es clara: la democracia debe renovarse o enfrentar su gradual irrelevancia. Esto implica tomar medidas audaces para restaurar la confianza, especialmente entre los jóvenes. El futuro de la democracia no dependerá de la batalla geoestratégica entre las grandes potencias, sino de su habilidad para ofrecer soluciones tangibles y significativas a las nuevas generaciones.

Hora de Actuar

La alarma ya ha sonado y la hora de actuar es ahora. Las instituciones democráticas deben mirar más allá de los ciclos electorales y entender que la verdadera lucha es por la supervivencia del sistema. Los dirigentes actuales tienen la monumental tarea de restaurar la fe en la democracia. De lo contrario, las futuras generaciones podrían muy bien desviar el curso de la historia hacia caminos menos democráticos y potencialmente más peligrosos.

Es hora de dejar atrás la complacencia. La democracia, como la conocemos, está en juego, y las soluciones deben ser tan transformadoras como los desafíos que enfrentamos.

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