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Bizkaia

Poblaciones envejecidas se beneficiarán del cambio tecnológico

María José Gonzalez

4 de mayo de 2024 | 8:52 pm

Larry Fink de BlackRock destaca el potencial de los países desarrollados

Larry Fink, el presidente y director ejecutivo de BlackRock, una de las mayores firmas de inversión a nivel mundial, destacó recientemente la ventaja que tienen los países desarrollados con poblaciones en declive para integrar nuevas tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial. Durante su intervención en una reunión especial del Foro Económico Mundial, Fink señaló que estos países están mejor posicionados para manejar los desafíos sociales que surgirán de la transición hacia economías más automatizadas.

El impacto de la demografía en la adopción tecnológica

La clave de esta ventaja reside en la demografía. Según Fink, los países con poblaciones que están disminuyendo tendrán menos problemas sociales relacionados con la sustitución de trabajadores por máquinas, en comparación con aquellos con poblaciones jóvenes y en crecimiento. Esta tendencia se debe a que las naciones con menos presión demográfica pueden adaptarse más fácilmente a las nuevas tecnologías sin enfrentar una gran resistencia social o desplazamiento laboral masivo.

Este fenómeno podría dividir el mundo en dos: por un lado, países con economías avanzadas y poblaciones decrecientes que se beneficiarían de una mayor automatización y, por otro, naciones en desarrollo con grandes poblaciones jóvenes que podrían enfrentar desafíos significativos en este ámbito. Fink subrayó que los países desarrollados con políticas de inmigración restrictivas y una tendencia hacia el envejecimiento de la población son los que más rápidamente adoptarán la robótica y la inteligencia artificial para sostener y mejorar su calidad de vida.

Desafíos y oportunidades de la transición tecnológica

El líder de BlackRock también discutió cómo estos desarrollos podrían ofrecer oportunidades significativas para mejorar la productividad y el nivel de vida en los países afectados. Sin embargo, también advirtió sobre los desafíos éticos y morales que plantea la adopción masiva de tecnologías que desplazan a la fuerza laboral humana.

La transición hacia economías más automatizadas y dirigidas por tecnología en países con declive demográfico presenta un paradigma interesante. Por un lado, la automatización puede compensar la escasez de mano de obra y apoyar a una población envejecida, mientras que, por otro, plantea preguntas sobre el destino de los trabajadores desplazados y la estructura de la sociedad en la era de la inteligencia artificial.

En conclusión, la charla de Larry Fink resalta una realidad inminente: la necesidad de prepararse para las transformaciones profundas que la robótica y la inteligencia artificial traerán a nuestras sociedades. Los países que logren manejar estos cambios de manera efectiva no solo sobrevivirán la transición, sino que podrían prosperar, ofreciendo mejores condiciones de vida y nuevas oportunidades a sus ciudadanos.

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