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Joseba Etxeberria en la cuerda floja en el Eibar

María José Gonzalez

9 de septiembre de 2023 | 6:43 pm

4 derrotas en 5 partidos puede llevar a un ultimátum

Durante la pasada jornada en El Plantío, se vivió un enfrentamiento que dejó mucho más que tres puntos en juego. El Burgos CF y la SD Eibar midieron sus fuerzas, con la escuadra blanquinegra mostrando un fútbol maduro y eficaz, mientras el cuadro armero parecía desbordado y sin ideas claras.

Dominio Blanquinegro desde el inicio

El inicio del partido presentó a un Burgos CF sólido y decidido, intentando penetrar la defensa del Eibar mediante balones largos y acciones ofensivas potentes. Pese a los primeros minutos de observación, el conjunto de casa fue tomando las riendas y mostrando sus intenciones claras de buscar la victoria.

Mumo, el mediocampista del Burgos CF, destacó con sus movimientos y distribución de balón, mientras que el Eibar parecía no encontrar respuesta ante la presión alta y la rápida circulación del esférico.

Eibar, un barco sin timón

El cuadro armero mostró una evidente desconexión entre sus líneas. Las pocas ocasiones en que intentaban llevar peligro, buscaban a Aketxe como faro de creación, pero el Burgos CF demostró estudiar bien sus deberes, neutralizando al mediapunta vasco en cada intento.

Momentos clave y superioridad manifiesta

El minuto 55 trajo una jugada polémica. Ander Martin, tras recibir un pase filtrado, fue derribado en una acción que pudo haber cambiado el rumbo del encuentro. Las protestas no se hicieron esperar, pero finalmente, no resultó en expulsión.

Sin embargo, el verdadero revés para el Eibar vendría pasada la hora de juego. Un penalti cometido sobre Atienza permitió que Curro Sánchez mostrara su maestría desde los once pasos, dando ventaja al Burgos y añadiendo una dosis extra de confianza al equipo local.

Reacción eibarresa sin efecto

Pese al gol en contra, el Eibar intentó despertar, buscando a sus jugadores más peligrosos en bandas. No obstante, se encontraron con una defensa burgalesa bien plantada y dispuesta a proteger su ventaja. Las pocas llegadas que tuvo el conjunto visitante no supusieron un verdadero peligro para la meta de Caro.

En los minutos finales, Bolo, consciente de la situación y del empuje eibarrés, realizó cambios tácticos que solidificaron aún más la defensa del Burgos. Las esperanzas del Eibar se desvanecieron por completo con la expulsión de Berrocal, que cerró cualquier ventana de oportunidad.

Balance final y mirada al futuro

Con el pitido final, El Plantío celebró una victoria merecida. El Burgos CF, con dos victorias en su haber, asienta las bases de un proyecto que promete y deja en claro su ambición en la competición. Por otro lado, la SD Eibar deberá replantearse su estrategia y encontrar soluciones rápidas para evitar un descenso que, a este ritmo, parece inminente.

La jornada dejó lecciones para ambos conjuntos: mientras uno celebra y mira hacia adelante con optimismo, el otro debe hacer autocrítica y trabajar arduamente para reencontrarse con su mejor versión. Solo el tiempo dirá qué depara el futuro para estas dos escuadras, pero una cosa es segura: en el fútbol, todo es posible.

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