La calle más corta de Bilbao

Hay una calle en Bilbao en la que no vive nadie. Ni una tienda, ni un bar. Es una de las pocas calles desiertas de la villa, pero no porque esté en un sitio apartado ni porque no pase nadie, ya que la Travesía de la Estufa, que es como se llama este espacio, está ubicada en un lugar privilegiado como son las inmediaciones del Arenal. La razón de su gran afluencia pero de su escasa explotación comercial es que se trata de la calle de la ciudad.

Y es que en sus apenas 28 metros de largura se hace prácticamente imposible colocar ningún portal ni abrir un negocio. Situada  junto a la Iglesia de San Nicolás, es la encargada de unir la Calle Epalza de Alargunaren con la Calle Esperanza. Por esa razón  son muchas las personas que sin saberlo, transitan cada día por la senda más corta de la villa.