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Bizkaia

Gorliz apuesta por un arrecife artificial en Cala Errotatxu para impulsar la biodiversidad marina

Mairenis Gómez

7 de abril de 2023 | 5:02 pm

La colaboración entre el Ayuntamiento de Gorliz y la Estación Marina de la UPV/EHU en Plentzia busca fomentar la vida marina y la investigación

El proyecto incluye un aula de divulgación y sensibilización y actividades formativas

El Ayuntamiento de Gorliz y la Estación Marina de la UPV/EHU en Plentzia tienen como objetivo instalar un arrecife artificial en la zona de la cala Errotatxu, en Gorliz, destinado a promover la vida marina y albergar instrumentos para la investigación. Ya se ha enviado una solicitud para la ocupación de dominio público-terrestre a la Demarcación de Costas del País Vasco, que mantiene abierto el periodo de alegaciones al proyecto hasta el 5 de mayo.

Un arrecife artificial es una estructura submarina construida para incrementar la biodiversidad en áreas con fondos generalmente blandos, controlar la erosión, bloquear el paso de barcos, impedir el uso de redes de arrastre o mejorar actividades subacuáticas de carácter deportivo. La cala Errotatxu es un lugar propicio para practicar snorkel y organizar salidas en kayak o canoa.

Inicialmente, se pretende balizar el entorno del arrecife para evitar la pesca, y el acceso al lugar será restringido; solo se podrá ir con el visto bueno del Consistorio de Gorliz. La estructura del arrecife artificial estaría conformada por bloques de fondeo unidos por cabos y cadenas, fabricados a partir de una mezcla de hormigón y carbonato cálcico, lo que favorecería la fijación de fauna y flora marina.

Además de promover la biodiversidad, el arrecife artificial serviría como punto de estudio científico, liderado por la Estación Marina de la UPV/EHU en Plentzia. El proyecto también contempla la creación de un aula de divulgación y sensibilización para fomentar la formación en prácticas de másteres Erasmus Mundus y cursos de verano relacionados con la salud del medio ambiente y su biodiversidad.

La economía circular también juega un papel en este proyecto, ya que la renovación de los moluscos adheridos a los bloques generaría un tipo de residuo (conchas con elevado contenido en carbonato) que podría ser utilizado en la construcción de los módulos del arrecife o en el sector de la construcción como alternativa a la explotación de materias primas.

Una vez concedida la solicitud, el proyecto entraría en distintas fases antes de la colocación en sí de la estructura, como la realización de pruebas a escala del arrecife artificial en el Puerto de Bilbao durante unos 15 meses. La instalación definitiva en la cala Errotatxu se extendería por seis meses, lo que llevaría a que el proyecto no se consumara hasta dentro de dos años aproximadamente. El presupuesto total ascendería a unos 75.400 euros.

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