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Bilbao

El adiós al Urquiola: Bilbao despide su bar más ecléctico, irreverente y lleno de vida

Miguel Castillo

14 de junio de 2023 | 6:15 pm

En el corazón de Bilbao, una noticia ha hecho mella en la vida nocturna de la ciudad: el cierre de Urquiola, probablemente el bar más extravagante, ecléctico y desenfrenado que jamás haya visto la capital vasca.

Un lugar para la diversión y la disidencia

Desde fiestas inolvidables hasta un photocall tropical, pasando por sus infames WCs y el calendario de seminaristas sexys, Urquiola se destacaba por su espíritu de irreverencia y diversión a raudales. No había dos noches iguales en este antro de la diversidad y la anarquía.

La dueña, la clientela y un espacio único

Lo que realmente hacía especial a Urquiola era su gente. La carismática y siempre vibrante Ana, la propietaria del local, sabía cómo dar vida a las noches bilbaínas. Con su puño engalanado con uñas coloridas y su peculiar cajón de cigarrillos, su presencia era inconfundible y, sin duda, la gran fuerza impulsora detrás del singular ambiente de Urquiola.

Pero no solo Ana hacía de este lugar algo especial. Su parroquia, compuesta por un crisol de almas diversas y desinhibidas, encontró en Urquiola un espacio seguro para la expresión y el disfrute sin prejuicios.

La magia musical de Urquiola

Las noches de Urquiola eran también un homenaje a la música. Las legendarias sesiones de pinchadiscos con cintas de casete de @o0o0 eran un viaje a través de géneros y épocas, una celebración de lo melódico que hacía bailar a todos, sin importar sus gustos musicales.

Más que un bar, una institución

Urquiola no era solo un bar, era una institución, un pilar de la vida nocturna bilbaína y un lugar que dejó su huella en todos los que tuvieron la suerte de visitarlo. En medio de la tristeza por su cierre, queda la esperanza de que Ana, la fuerza indomable detrás de Urquiola, sorprenda pronto con un nuevo proyecto.

Un recuerdo imborrable

Es cierto que la ausencia de Urquiola se hará notar en Bilbao, pero es indudable que su espíritu sigue vivo. En cada fiesta desenfrenada, en cada baño de bar con grafitis, en cada calendario de seminaristas sexys, en cada cinta de casete olvidada, Urquiola seguirá viva en el recuerdo de quienes tuvieron el placer de conocerla.

Urquiola: un legado de diversión y libertad

Urquiola deja un legado de diversión, libertad y diversidad que será difícil de igualar. Pero si algo hemos aprendido de este rincón único de Bilbao, es que la vida es para vivirla con pasión, sin miedo a ser uno mismo y siempre listos para una buena fiesta. ¡Hasta siempre, Urquiola! Y hasta pronto, Ana. Estaremos ansiosos por ver qué nos tienes reservado para el futuro.

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