5 de mayo de 2024 | 2:39

Bizkaia

Persecución policial de película entre Bilbao y Sestao

Miguel Castillo

14 de mayo de 2021 | 10:30 am

Un varón detenido por conducción temeraria y desobediencia grave a la autoridad

Persecución policial como si de una película americana se tratase. Ocurrió este jueves, cuando una patrulla de la Policía Municipal ordenó parar a un turismo que había cometido una infracción. En pleno Bilbao, en la calle Juan de Garay. Para sorpresa de los agentes, el conductor no paró y se dio a la fuga, saliendo de la capital de Bizkaia e incorporándose a la autopista A-8, sentido Cantabria.

La persecución policial tuvo su punto álgido a la altura del centro comercial Max Center de Barakaldo, situado entre la salida del centro y la siguiente hacia Sestao-Portugalete. Justo en ese momento, el conductor a la fuga chocó con un camión y contra un coche de la Ertzaintza, que se había unido a la persecución.

persecución policial
Espectacular persecución policial entre Bilbao y Sestao

Persecución policial con colisión incluida

Sin embargo, a pesar de la colisión, la huida continuó hasta Sestao. La Ertzaintza había sido avisada por la Policía Municipal de Bilbao, desde el mismo instante en que se dio a la fuga en el centro de la ciudad. Finalmente, ya en Sestao, se pudo dar caza al sujeto.

Concretamente fue reducido en la calle de La Benedicta. El vehículo fue interceptado por una patrulla de la Policía Municipal de Bilbao, agentes de la Ertzaintza de Tráfico y un recurso de la Guardia Civil que casualmente se encontraba en las inmediaciones.

Detenido por conducción temeraria y desobediencia a la autoridad

El conductor era un hombre de 32 años que evidentemente fue arrestado por conducción temeraria y desobediencia grave a la autoridad tras una persecución policial que se prolongó durante 14 kilómetros, desde la capital bizkaina hasta la localidad de Sestao.

Finalmente, tras ser detenido, el conductor fue trasladado a dependencias de la Ertzaintza en Sestao, donde aguarda a prestar declaración. Más allá de la infracción, por la que fue ordenado a detenerse, el sujeto se expone a un castigo ejemplar.

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