Aitor Paredes y la singularidad del Athletic

Aitor Paredes, el joven central del Athletic Club de Bilbao, es un producto puro de Lezama, la cantera que ha nutrido al equipo durante generaciones. Desde ser el cuarto central la temporada pasada, Paredes ha escalado posiciones hasta convertirse en una figura clave en la defensa del equipo, especialmente tras la partida de Iñigo Martínez y la lesión de Yeray. Su historia es un testimonio del compromiso del Athletic con su filosofía de desarrollo de jugadores y su enfoque único en el fútbol.

Desde su infancia, Paredes soñaba con jugar en el Athletic. Se unió a Lezama siendo aún un niño y, aunque al principio veía el fútbol más como un pasatiempo, su convocatoria a la selección española a los 16 años fue un punto de inflexión. Empezó a tomar su carrera más en serio, aunque sin descuidar sus estudios. Lamentablemente, tuvo que dejar sus estudios universitarios debido a las demandas del fútbol profesional.

El viaje de Paredes desde Lezama a la selección española

Aitor Paredes ha tenido una trayectoria notable en las categorías inferiores de la selección española, jugando desde la sub-16 hasta la sub-21. Trabajó con Luis de la Fuente en la sub-18 y con Santi Denia en categorías superiores. Aunque hablar de la selección absoluta le parece aún prematuro, mantiene una buena relación con Luis de la Fuente, y no descarta la posibilidad de ser convocado algún día.

Su experiencia en el Europeo sub-21 fue destacada, jugando casi todos los partidos y disfrutando de la oportunidad de trabajar con compañeros y entrenadores diferentes. Para Paredes, representar a Euskadi siempre ha sido un cambio de aires bienvenido, una experiencia distinta y especial.

La evolución de Paredes en el Athletic y su visión del club

El último año en el Bilbao Athletic no fue fácil para Paredes. Enfrentó desafíos como una sanción y una lesión que lo mantuvieron fuera de los primeros partidos. La temporada fue difícil, luchando contra el descenso, una experiencia nueva y dura para él. Sin embargo, la llegada de Patxi Salinas cambió el rumbo del equipo, permitiéndoles evitar el descenso.

Paredes reflexiona sobre la generación del 2000 de Lezama, destacando cómo varios de sus compañeros han alcanzado niveles significativos en sus carreras. Este hecho habla bien del trabajo realizado en Lezama. La vuelta de Galarreta al Athletic a los 30 años es, para Paredes, una lección de perseverancia y de las vueltas que da el fútbol.

Jugar en el Athletic es una experiencia única para Paredes. Se siente profundamente conectado con la cultura del club y su gente. Recuerda cómo, antes de entrar en Lezama, iba a San Mamés con su carné y sentía un profundo vínculo con el club, especialmente durante los años de Bielsa y en el viejo San Mamés. Para él, el Athletic no es solo un equipo, sino una familia.

El final de cada partido en San Mamés es un momento especial para Paredes. Ver a su familia y amigos en las gradas, cantando el ‘Txoria txori’ junto a la afición, es una experiencia que define la esencia del Athletic. La camaradería en el vestuario, el respeto por los veteranos y la ayuda mutua entre jugadores son aspectos que resalta Paredes sobre la cultura única del club.

La historia de Aitor Paredes en el Athletic Club no es solo la de un futbolista ascendiendo en su carrera. Es la historia de un joven profundamente arraigado en una cultura de fútbol que va más allá del campo de juego, una cultura que abraza la familia, la comunidad y una pasión compartida por el juego.