Mejoras en infraestructura hidráulica revolucionan la protección contra inundaciones en Nervión e Ibaizabal

Después de más de una década de esfuerzos continuos, la finalización de las obras de encauzamiento de los ríos Nervión e Ibaizabal marca un hito significativo en la gestión de riesgos de inundación en la región. Este proyecto, que se inició en 2012 con un presupuesto inicial de 36,2 millones de euros, ha alcanzado su completitud, transformando radicalmente el paisaje y la seguridad de las áreas adyacentes.

Impacto en la comunidad y el medio ambiente

La finalización de estas obras no solo aporta seguridad a más de 5.000 residentes de Basauri, Galdakao y Zaratamo, que anteriormente estaban expuestos a inundaciones, sino que también representa un cambio cultural en la relación con los ríos. Los ciudadanos, que antes veían a estos ríos como una amenaza, ahora pueden disfrutar de zonas naturales y espacios para pasear, gracias a la remodelación de la zona.

Eficiencia y sostenibilidad en el manejo del agua

La inversión de 36,2 millones de euros en este proyecto no solo ha logrado mitigar los riesgos de inundación, sino que también ha reducido significativamente los costos esperados por daños materiales, de 7 millones de euros anuales a menos de 700 mil euros. Esta eficiencia económica demuestra la eficacia de la intervención.

Etapas claves del proyecto

El proyecto se dividió en tres fases principales:

1. Primera Fase: Esta etapa se centró en la ampliación de un tramo de 2.020 metros del río Nervión. Con una inversión de 16 millones de euros, esta fase mejoró la capacidad hidráulica del río y redujo el riesgo de inundaciones recurrentes.
2. Segunda Fase: Con un enfoque en un tramo de 1.570 metros, esta fase abordó la capacidad hidráulica insuficiente del río Ibaizabal. Se realizaron obras significativas, incluyendo la sustitución de puentes y la demolición parcial de azudes, con una inversión de 7,7 millones de euros.
3. Tercera Fase: La etapa final del proyecto, con una inversión de 12,5 millones de euros, se enfocó en mejorar la función hidráulica del río Ibaizabal en un tramo de 1.640 metros. Esta fase fue crítica para aumentar la seguridad y apoyar la actividad económica de la región.

Con la culminación de estas obras, la Agencia Vasca del Agua-URA ha logrado un equilibrio entre la protección contra inundaciones, la preservación del patrimonio cultural y la mejora del entorno natural. Este proyecto no solo ofrece una solución a un problema histórico de inundaciones en los ríos Nervión y Ibaizabal, sino que también establece un modelo a seguir en la gestión de riesgos naturales y el desarrollo sostenible.